¿Cómo rescatar una mala temporada en tres capítulos? Pregúntenle a los productores de Game of Thrones, porque eso fue Mother’s Mercy: la conclusión de una trilogía de episodios antecedidos por otros siete que inicialmente pintaron tibios, pero que en conjunto fueron más bien una manera de sentar las bases para lo que vimos desde el Muro, hasta Meereen y nuevamente de regreso al Norte.
¿Qué tan buena fórmula es la de asesinar a tus personajes con demasiada frecuencia, y sobre todo a los principales que se han convertido en la columna vertebral de tu serie? Al ver la muerte de Jon Snow en esos fatídicos dos últimos minutos, que recordaron a la memorable Red Wedding, fue inaceptable; esperábamos que algo pasara, que incluso Melisandre saliera a la defensa de quien «No sabe nada», pero no: sólo tuvimos un conclusivo acercamiento al rostro decepcionado de Snow, aceptando la muerte.
La historia se repitió: al igual que con Ned Stark, George R.R. Martin expone nuevamente que el exceso de humanidad en un mundo carente de ella resulta en la traición y venganza; un lugar no apto para la gente de honor, vamos.
Sin embargo, habría algo que resaltar aquí: hubo tensión en esos últimos segundos, incluso un muy leve blur de algo que pasaba, que Snow veía. ¿Podríamos verlo de regreso? El actor confirmó a la publicación Entertainment Weekly que no lo hará en la sexta temporada, pero tendremos que esperar realmente hasta que ésta finalice, en junio del siguiente año… Oh sí, demasiado largo para ser verdad.
Ya que revisamos el capítulo en orden jerárquico, aunque sea difícil hacerlo pues este episodio estuvo repleto de despedidas y situaciones radicales, la caída de Stannis Baratheon en realidad se veía venir a partir del momento en el que enfermo y ansioso de poder sacrificó a su hija para poder tomar Winterfell. Sin embargo, no contaba con que no sólo su esposa se arrepentiría de ello y terminaría suicidándose, lo que por cierto (y sorpresivamente) causa pena en el espectador, a pesar de haber deseado su muerte en innumerables ocasiones. La despedida de Baratheon fue contundente, pero quizá honorable para su situación, de la mano de Brienne of Tarth, quien al fin se libra de su deber de vengar a su antiguo Rey.
A un par de kilómetros al sur, Sansa Stark huye, sorprendentemente de la mano de Hediondo, en quien quizá volvamos a ver vestigios de Theon Greyjoy, y más kilómetros al Norte, Melisandre llega al Muro, lo que quizá no sea coincidencia de la muerte de Snow. ¿Dónde diablos estaba cuando todo esto pasó?
Vamos a un tercer punto climático con Cersei Lannister, siendo al fin «liberada» al confesar sus pecados, en una larga y tortuosa caminata, digna de ser aplaudida ciertamente, pues algo sucede en esta serie que por mucho que odiemos a algunos personajes, cuando son expuestos a situaciones de esta talla sentimos lástima por ellos. Parte de los giros argumentales, sin duda, lo que aquí se traducirá en una Cersei mucho más violenta y drástica, incluso con sus propios familiares. Y mejor ni hablarle de lo que ha sucedido con su hija y Jaime Lannister en Dorne.
Por último, dos destinos totalmente sombríos para dos de nuestras protagonistas favoritas de la serie: Arya Stark y Daenerys Targaryen. La más pequeña de los Stark al fin pudo ejecutar su venganza contra La Montaña, en un acto que recuerda al asesinato de Oberyn Martell, pero la reacción de Jaqen H’gha es dramática: ya no sabemos quién carajos es, y la ceguera en los últimos instantes de Arya nos hace pensar lo peor para ella en la siguiente temporada.
Finalmente, con Daenerys tuvimos un flashback a esa primera temporada con Drogo y los Dothraki, pues la relación de la Ex Khaleesi con Drogo no fue la esperada, y mientras en Meereen emprendieron una expedición de búsqueda y Tyrion queda prácticamente a cargo de la ciudad con Grey Worm, aquí, al parecer tierra Dothraki, Targaryen enfrentará sin duda nuevos obstáculos, y bien podría reclutar a estos para su causa en el Trono de Hierro… O morir, digo, ya no sabemos nada.
Un año para esperar un destino que pinta totalmente sombrío para todos los personajes del universo creado por George R.R. Martin. Y en esta ocasión ni siquiera hay modo de adelantarse a la serie con los libros. Que los Antiguos Dioses y el Nuevo nos protejan.