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El criticado y alabado director Gus Van Sant adapta la novela homónima de Blake Nelson (2007) y nos guía a través de un relato oscuro. Un detective investiga el incidente de un joven ocurrido cerca de un parque restaurado que sirve para andar en patineta y los primeros sospechosos son un grupo de amigos que asisten al lugar.

El trabajo de Gus Van Sant para esta cinta descansa en la participación deun grupo de jóvenes dentro de un universo más activo que sus trabajos anteriores (Elephant, 2003; Restless, 2011; por mencionar algunos) y nos conduce por la sinergia de las conductas psicológicas orientadas a ciertos desórdenes personales.

Alex Tremain (Gave Navis) y su amigo Jared (Jake Miller) tienen una fascinación por las patinetas y han descubierto un parque público llamado East Side, mejor conocido como Paranoid Park. Rampas de concreto, graffitis y skaters moldean este universo particular. No obstante, durante una noche, Alex decide ir al parque, pero las cosas no resultan como él lo esperaba.

Los días pasan y un detective comienza a investigar lo sucedido esa noche. Interrogatorios y grabaciones de testigos se vuelven las actividades cotidianas dentro de la secundaria donde se esconden los sospechosos.

Con escenas presentadas en Slow Motion, el director se enfoca en los acercamientos en primera persona, así los actores quedan expuestos a mostrar sus sentimientos, como una reacción que se destapa sin sentencia alguna.Gus Van Sant envía un mensaje tan directo que la intimidad de cada personaje queda declarada como nula.

Si tienes un pasado dentro de la década de los 90 y andabas en patineta, esta película te puede recordar esos vídeos independientes grabados en formato de cassette, dejando en tu mente una agradable melancolía, la cual nunca se olvida y se disfruta. Además de ser persuadido por esa historia oscura que resulta la misma cinta.

Paranoid Park es Gus Van Sant. El sello intrínseco que lo caracteriza se percibe por el ritmo dirigido en una historia que en ocasiones resulta lenta y sin movimiento, pero que enseña la esencia del director. Un signo distintivo entre la quietud y la cadencia.

Por: Por Miguel Colín / @terrorconm