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Por: El Perro Andaluz

Un afelpado migrante peruano arriba a Inglaterra. No se trata de un exótico viajante en busca de asilo politico. Es Paddington, el oso latinoamericano que arriba a Londres en busca con encontrar ese soñado lugar con el cual ha fantaseado toda su vida. Basada en los populares libros infantiles de Michael Bond los cuales contaron con la aprobación de generaciones de pequeños lectores británicos, el productor David Heyman (uno de los principales causantes de las versiones fílmicas de la saga de Harry Potter) entrega una divertida, hábil e inteligente película sobre las peripecias de un osezno peruano obsesionado con la cultura inglesa quien llega a Londres despúes de haber sobrevivido un terremoto que destruye su hogar en la selva y es que en el pasado (noticias que recibimos a través de imágenes de antiguo pietaje cinematográfico), un explorador inglés habría introducido a una comunidad de osos las delicias que constituyen las mermeladas británicas insunuando que los de su especie siempre serían bienvenidos en tierras inglesas.

Es entonces como Paddington (nombre que obtiene evidentemente a su llegada a la famosa estación de trenes) decide conquistar Londres. Nuestro peludo héroe pasará distintas adversidades en el proceso de acoplamiento en la gran ciudad y se relacionará con distintos y coloridos personajes como esos padres imperfectos (Hugh Bonneville y Sally Hawkins) hasta esa villana taxidermista (Nicole Kidman haciendo su mejor impresión de Cruella De Vil ) entre otros más. Paddington se distingue por dos cosas, primero se trata de un homenaje a la ciudad londinense y a su cultura.

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La película está llena de referencias por demás inglesas, muy al estilo de cintas regionalistas como la saga del Agente 007 o las películas protagonizadas por esos talentosos comediantes que preponderan las manias de los habitantes de la urbe. Nadie mejor que los ingleses para reirse de sí mismos. Segundo, Paddington es un ejemplo de los avances tecnológicos en el aspecto de insertar personajes trazados de manera digital en una película y en donde estos interactúan con verdaderos actores. El trabajo de los artistas de la casa Framestore en la cuestión de diseño tecnológico es verdaderamente excepcional creando un protagonista tan auténtico que en momentos el espectador olvida por completo estar observando una invención digital.

Tuve la oportunidad de ver la versión en su idioma original en la que participa un ejemplo de lo mejor de la actuación británica destacando Ben Whishaw como la voz del oso protagonista. Esta labor deriva en un renglón significativo en el resultado total de la cinta. Sólo esperemos que la versión al español mexicano no desmerezca el trabajo del resto del equipo de producción. Tengo entendido que los primeros libros protagonizados por Paddington se publicaron en 1958, sin embargo Paul King (director y guionista de la cinta) ha mantenido una resonancia un tanto singular para nuestra época. Los niños disfrutarán una y otra vez de los incidentes protagonizados por Paddington, el nuevo héroe consentido de la audiencia, ese adorable oso quien ha cambiado su residencia de las espesas selvas del Perú a las clásicas casas londinenses.