Cuando hablábamos de cine, buen cine, siempre hacíamos referencias a los grandes como Jean-Luc Godard, Wim Wenders o los hermanos Dardenne, con películas como Las alas del deseo, Una película socialista o El hijo, estos tres directores europeos marcaban una tendencia cada festival de cine internacional, y sus obras son indudables obras de arte. Sin embargo, desde hace unos años a la fecha, las referencias al buen cine, a nuevas técnicas de dirección son hacia algunos directores mexicanos como Alejandro G. Iñárritu, Alfonso Cuarón y Guillermo del Toro.
Pero el que nos ocupa en este momento es «El Negro» Iñárritu, quien con su nueva cinta Birdman o (la inesperada virtud de la ignorancia) ha acaparado los premios internacionales, los festivales, y las muestras de cine de todo el mundo. El director ha sabido cautivar a un público exigente sin dejar solo al que le gusta el cine comercial. Desde Amores perros supimos que era algo que se diferenciaba del cine que se estaba haciendo en México hasta ese momento, completando una trilogía que cumplió con las expectativas de la crítica internacional y doméstica con: Babel, 21 gramos y Biutiful.
Birdman 
es una obra de arte incuestionable, aunque muchos han sentenciado que cansa el continuo movimiento de la cámara, que parece ser la mano del director, pero que gracias a la fotografía de Emmanuel Lubezky los planos secuencia están muy bien logrados al igual que impresionantes. Nada que decir de la historia: un actor que se encuentra pasando por lo que parece ser el final de su carrera, escribe, actúa y dirige una obra de teatro basada en un libro, pero parece ser un proyecto muy ambicioso para lo que él mismo se considera un actor pasado de moda.
Michael Keaton, simbólicamente interpreta a este exactor de superhéroe, y hago esta referencia a lo simbólico porque a su vez Keaton interpretó a Batman y desde entonces, su carrera había decaído en un tipo de recesión. Sin embargo, eso se rompe ahora. Con este personaje que recibe una serie de nominaciones que no sorprenden porque sabemos que es un buen actor pero que había que confirmarlo con un proyecto como este. Su interpretación va de menos a más logrando una empatía con el espectador casi instantánea que deja ver su capacidad interpretativa dramática, que desde Lo mejor de mi vida al lado de la Ganadora del Oscar, Nicole Kidman, no habíamos vuelto a ver.
Emma Stone, que interpreta a la hija de este actor también está nominada por mejor actriz de reparto, y me gusta destacar que nunca pensé que esta actriz fuera a destacar tanto en algo, pero suelo equivocarme y no tengo ningún problema con aceptarlo. Realmente me sorprendió su actuación de drogadicta rehabilitada, hija rebelde y asistente eficiente de su padre dentro del teatro, y deja ver las deficiencias que como padre tuvo el personaje de Keaton.
Todo el filme de principio a fin es un logro de dirección, actoral y técnico, que confirma el talento que este cineasta mexicano tiene. Ahora se encuentra nominado a nueve premios Oscar y recientemente se le dio el Premio del Sindicato Nacional de directores de Estados Unidos, que casi siempre es un buen augurio de lo que sucederá el próximo 22 de Febrero en la entrega de los Oscar. Esperemos que se repitan los éxitos con lo que vimos el año pasado con Gravedad, de Cuarón.
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Por Luis Toriz / @CinemaMovil_mx