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high sparrow«¡Finalmente!», fue la expresión que quizá pasó por la cabeza de muchos en «High Sparrow», el tercer capítulo del esperado regreso de Game of Thrones, en el que los protagonistas del mundo creado por George R.R. Martin se enfrentaron a varias situaciones muy contrarias a lo que hemos visto (sólo en las cuatro temporadas pasadas), lo que le da un pequeño empuje después de un cálido regreso y un segundo capítulo tibio.

Una boda sin sangre, Cersei perdiendo su poder en Westeros, Sansa planeando algo interesante y vengativo, Pod cerca de estar en combate, la Arya más sentimental que hemos visto hasta ahora, el tipo de cabezas que queríamos ver rodar en El Muro y Tyrion en un prostíbulo de nuevo nos hacen ansiar y temer a la vez, pues aquí nada es seguro.

Primero, está la siempre bien recibida fortaleza de Arya, que con su semblante característico exige las enseñanzas de Jaqen H’ghar para convertirse en un Hombre sin Rostro. Aunque se hace algo tediosa la espera por la que hacen esperar a la más pequeña de los Stark, las reminiscencias de la Arya más joven, que corría buscando a su padre en su castillo en El Norte, nos hacen sentir nostálgicos y es algo que viene bien en medio de tanta sangre y sexo.

Y hablando de ello, seguramente más de uno sintió envidia por el nuevo rey, Tommen Lannister: no sólo sobrevivió a su boda (inédito en esta serie), sino que al parecer, mantiene una activa vida sexual con Margaery Tyrell (sí, envidia de la mala), lo que termina por quitarle influencia a Cersei, quien recurrirá a otros métodos para que su nombre no desaparezca en medio de los recientes y bruscos movimientos en Westeros.

Otro fuerte de este capítulo es la sugerencia de que quizá veamos más actividad y protagonismo en Sansa Stark, pues su sentido vengativo (cortesía de Littlefinger) hacia los Bolton, culpables de la Red Wedding, se da justo en el momento que parecía que las secuencias dedicadas a la caprichosa de los Stark no podían ser más aburridas. Además, hay un acertado factor de tensión con Theon Greyjoy rondando cerca; sí, el aparente «hermano» de los Stark a quienes cínicamente traicionó.

Hablando de personajes rescatados de momentos tediosos, también puede que veamos a partir de ahora más acción en Brienne of Tarth y su escudero, Pod, pues no sólo supimos algo más de la antigua protectora de los Baratheon, sino que ha prometido entrenar al ex escudero de Tyrion Lannister.

Hablando del único miembro querido de los Lannister, la debilidad de éste por las prostitutas le hará una mala pasada, de la mano del friendzoneado preferido de la serie: Jorah Mormont, quien intentará recuperar la atención de Daenerys Targaryen con la captura de Tyrion, fugitivo en Westeros y quien podría ser de gran utilidad.

Nuevamente tenemos a personajes yendo a donde no tienen que ir y actuando como no deberían. Huele a primeras temporadas, y a que el próximo capítulo, «The Sons of the Harpy», tendrá muchas sorpresas.

Por Juan Tolentino / @CinemaMovil_mx