Hablar del 2001 es remontarnos casi 15 años atrás. Enunciar el año, contra el ejercicio de verdaderamente hacer conciencia de cuánto tiempo ha pasado desde entonces, pronto arroja recuerdos que convierten todo en algo abrumador. En ese año, actores como David Hyde Pierce o Christopher Meloni dominaban la pantalla chica en series como Frasier y OZ, respectivamente.
La carrera de Amy Poehler, por ejemplo, no conocía el éxito que años después le traería Parks & Recreations pues entonces Saturday Night Live era su único escaparate. De la misma forma, actores ahora de talla mundial como Paul Rudd o el nominado al Oscar, Bradley Cooper, no eran más que un par de desconocidos que hoy en día enloquecen multitudes a su paso. El tiempo en todos ellos, para bien o para mal, nunca dejó de avanzar.
Precisamente en 2001 también, después del modesto pero muy de culto éxito que tuviera en MTV la serie The State por su particular e innovador sentido del humor, la dupla de escritores, directores y actores conformada por David Wain y Michael Showalter, poco podía predecir sobre el rumbo que tomarían sus entonces incipientes carreras.
Proyectos como las series en línea Childrens Hospital y Wainy Days, o películas como Wanderlust, Role Models y recientemente Hello, my name is Doris, que suman dos premios Emmy y uno en el festival SXSW, si acaso, sólo existían en la mente de este par. Y aunque hoy en día Wain, Showalter y su tropa frecuente de comediantes encabezada por los hilarantes Ken Marino, Joe Lo Truglio y Thomas Lennon son (al menos para los amantes de la comedia y el Stand-up) nombres más o menos conocidos, nada de esto hubiera sido posible sin la llegada al mundo de una belleza de nombre Wet Hot American Summer.
En la vena satírica y simplona de películas como ¿Y, dónde está el piloto?, Loca academia de pilotos o la trilogía de ¿Y, dónde está el policía?, protagonizadas por Leslie Nielsen (aunque también con algo en su tono que es reminiscente a las sexi-comedias de Inclán, Zayas, Bono y compañía), el primer largometraje dirigido por Wain y escrito en conjunto con Showalter contaba la historia de un grupo de adolescentes (que se supone estaban en sus últimos pre-veintes aunque el elenco lucía cínicamente treintón) durante el último día antes del término del campamento vacacional para niños Firewood.
El elenco, entonces conformado por un puñado de convincentes pero desconocidos comediantes, además de los miembros de The State, terminaba de conformarse con nombres como los ya mencionados Bradley Cooper, Amy Poehler, Paul Rudd, David Hyde Pierce y Chris Meloni, al mismo tiempo que involucraba gente como Elizabeth Banks, Janeane Garofalo o los menos conocidos Zack Orth, Molly Shannon y Michael Ian Black.
Si no saben de qué hablo, no teman, basta un par de búsquedas en YouTube y seguro caerán rendidos ante todos estos, más aún si en el camino se encuentran legendarios momentos de The State como aquella presentación de una escena de Hamlet en pleno Spring Break, con todo el elenco presumiendo diversos e improbables bultos genitales debajo de sus Shakespeareanas y ajustadas mallitas (aquí el humor es más bien similar al de, me atrevo a decir, Monty Python).
Llena de referencias y escenas pastiche de otros pastiches y sátiras cinematográficas de probada y dudosa calidad por igual, el tiempo ha honrado esta película con un culto que bastante justicia hace a la fama de la que ahora goza este particular grupo de actores. Escenas que en un principio funcionan como cortometrajes, lentamente se entretejen, develando la absurda trama alrededor del día en cuestión, donde los 
cuidadores de los niños (todo el elenco) deben preparar un show de talentos que coronará el campamento y que, finalmente, evoluciona (o involuciona, podríamos incluso decir) en un tercer acto de absurdas pero no por ello menos inteligentes o divertidas implicaciones.
Un niño que sirve de terapeuta para una maestra de arts and crafts (Molly Shannon) frustrada con su relación amorosa; un holgazán y mujeriego bueno para nada (Paul Rudd) que, lejos de cumplir con su tarea como salvavidas, deja a los niños ahogarse y después castiga a quienes lo acusan lanzándolos desde su camioneta al solitario bosque; una pareja de neuróticos maestros de danza (Poehler y Bradley Cooper) obsesionados con “no hacer teatro amateur sino teatro de verdad”; o una dispareja relación entre la directora del campamento (Garofalo) y un científico enamoradizo (Hyde Pierce), que vivirán todo tipo de enredos con tal de quedar bien el uno con el otro.
Todas estas historias, aderazadas por maravillosos personajes secundarios como el malhumorado cocinero (Meloni) o el calenturiento encargado de llevar a los niños a remar (Marino) hacen de Wet Hot American Summer algo que Altman hubiera logrado de haber consumido más ácidos y mota.
Viñeta tras viñeta, el desenfadado y talentoso estilo de Wain y compañía lleva la película a un absurdo y cada vez más políticamente incorrecto desenlace que, además de incluir elementos de tetísima ciencia ficción y Serie B, ahora sabemos, no sería lo último que veríamos salir desde el infame campamento Firewood. ¿Olvidé mencionar que Wet Hot American Summer es una película de época?
Decenas de blockbusters, premios y series de televisión revolucionarias después, esta camada de talentos regresa en 2015 al 1981 de la película original, aunque quince años después, pero en forma de serie y fungiendo como precuela a los eventos de la primera gracias a Netflix y con todo el elenco original. ¿Se entendió?
El absurdo y torcido sentido del humor de Wain hacen que el regreso de todos al universo de Wet Hot American Summer sea tan holgado en su búsqueda de lógica que no importará ni siquiera que los años se noten en los actores, quienes reinterpretan sus mismos papeles pero en sus versiones más jóvenes (unos días más jóvenes, nada más). Son precisamente detalles como estos, además de la calidad (esa sí comprobada con los años) de este grupo de talentos los que hacen que la reciente inclusión de Wet Hot American Summer y la llegada el 31 de Julio de su serie precuela Wet Hot American Summer: First Day of Camp al catálogo de Netflix sean dignos de aplauso.
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Por Gonzalo Lira / @CinemaMovil_mx
CAST CONFIRMATION
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