Despertamos sin prisas y bien descansados. Fulvio, uno de nuestros nuevos anfitriones, había preparado pan y café en casa. Cuando Julia le preguntó con qué lo había preparado él sólo rió y aclaró: “con mis propias manos, ¿con qué más?”.
Debo confesar que, entre el desayuno de Fulvio y Gilda, junto con toda la comida que el GIFF nos ha dado, empiezo a olvidarme de la “misión enchiladas”. Y es que, aunque no soy alguien que se da por vencido fácilmente, son más los comentarios poco esperanzadores que positivos respecto al buen comer de la zona. Menos mal que tenemos el cine.
Función al aire libre de Made in Bangkok (México, 2015)
Ganadora recientemente del premio de la prensa en el Festival de Cine de Guadalajara y próxima a estrenarse en cartelera después de un más constante que firme paso por festivales, la ópera prima de Flavio Florencio sobre la odisea de Morgana, una cantante trans y su participación en un concurso de belleza en Bangkok demostró que, más allá de sus tropiezos, funciona como un crowd pleaser cuyo principal valor es su amplia aceptación, a pesar de retratar temas de carácter sexual todavía espinosos en nuestra (aparentemente) cada vez menos retrógrada sociedad (ya va siendo tiempo).
Y aunque la película sufre inicialmente de una evidente (y confesa, lo cual se agradece y entiende, tomando en cuenta que es un primer trabajo) falta de oficio del director, es gracias a su entrañable y talentosa protagonista que nos mantiene interesados durante una primera mitad que parece carecer de rumbo, hasta un final que justifica no sólo las razones del documental sino también las de Morgana para participar en el certamen, siendo su deseo de costearse una operación de reasignación de género la principal de ellas.
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Necktie Youth (Sudáfrica – Holanda, 2015)
Tres películas me vinieron de inmediato a la cabeza mientras veía Necktie Youth; la mexicana y muy reciente Güeros (Dir. Alonso Ruiz Palacios), la visceral Kids (Dir. Larry Clark) y la francesa La Haine (Dir. Matthew Kassovitz) son sin duda paralelos estéticos y temáticos que se sienten inmediatos tan pronto los primeros minutos nos dejan clara la propuesta visual (una bellísima fotografía en blanco y negro) y argumental detrás de la ópera prima del joven sudafricano Sibs Shongwe-La Mer, quien además de dirigir también protagoniza este incómodo e incisivo comentario sobre los complejos de clase en Johannesburgo, el inevitable aburguesamiento de su clase media y su superficial negación de ambos problemas.
Intercalando sesiones de entrevistas y el día a día de un grupo de hipsters y neo-pequeños burgueses después del suicidio de una amiga en común, Shongwe_La Mer hace una abrasiva radiografía de un sector de la sociedad sudafricana que añora falsos y construidos pasados (“¿Te imaginas que siguiéramos viviendo en tribus?”, pregunta pretenciosamente uno de los personajes, mientras bebe vino en una tina caliente con una chica blanca), al mismo tiempo que ve pasar el presente con desencanto a través del nihilismo de sus adictos y acomplejados personajes, cuyos testimonios y acciones evidencian una juventud de millenials y posers con banales y egoístas aspiraciones sociales como única y superficial motivación.
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Cartel Land (México – EU, 2015) y Edén (Francia, 2014) hacen una breve aparición
Gozando todavía de un inesperado éxito en carteleras, Cartel Land (Tierra de Carteles) también tuvo su aparición en las pantallas del GIFF. Y aunque durante su presentación se proyectó una copia sin subtítulos, la ya usual buena recepción del público reafirmó que se trata de un documental que, a pesar de su dureza, se ha plantado firme como una válvula de escape (directa, honesta y brutal) para una sociedad con la efervescente necesidad de abrir los ojos y ver de frente uno de los monstruosos problemas que, nos guste o no, siguen azotando nuestra frágil sociedad, infectándola de (más) violencia y (más) corrupción. Aquí mi crítica.
Igual de esperada (y ya cercana a estrenarse en cines) es la francesa Edén, la aclamada cuarta película de Mia Hansen-Love, inspirada en la vida de su hermano Sven (co guionista del filme) durante su etapa como músico en la escena de la música house francesa, la misma que vio nacer a artistas de la talla de Daft Punk, con quienes Sven convivió antes de su meteórico ascenso (hay incluso gags y referencias directas al exitoso dúo) y de quienes Edén se sirve (entre otros músicos) para armar su sobresaliente soundtrack.
Como en anteriores trabajos, Hansen-Love (quien ganó mención especial en Locarno por su anterior Un amour de jeunesse) juega con los saltos temporales, logrando así hacer un recuento puntual de al menos 20 años en dicha escena musical, que sirve como un nostálgico y energético telón de fondo para un convencional (pero no por ello fallido) coming-of-age que funciona en gran medida por su música, su excelente recreación de la década de los 90’s y las estelares actuaciones de Félix De Givry como Paul, el protagonista, y Pauline Ettiene (Louise), así como interesantes participaciones secundarias de gente como la maravillosa Greta Gerwig (Frances Ha) y Brady Corbet (Funny Games, Mysterious Skin).
Después de una larga participación en festivales (siendo una de las principales candidatas a ganar el pasado festival de San Sebastián), Edén llega por fin a cines mexicanos en Agosto.
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COBERTURA ESPECIAL GIFF 2015:
1) Love and Mercy desde San Miguel de Allende
2) Crónicas desde San Miguel por Gonzalo Lira
3) La antología de terror México Bárbaro en el Panteón
4) Crónicas desde Guanajuato II: H., Plástico y México Bárbaro
5) Crónicas desde Guanajuato III: La Maldad, Theeb y Cortometrajes del Día
6) James Franco, Universitarios y Tiburones Voladores en Guanajuato
7) Causas Sociales que azotan a México
8) Anton Corbijn y el Rally Universitario
9) ¡Los Ganadores del Festival!
10) Crónicas desde Guanajuato IV: Made in Bangkok, Tierra de Cárteles y Edén