Está Detrás de Ti (It Follows, David Robert Mitchell) compite junto con The Babadook (Jennifer Kent) como la mejor cinta de terror del 2014. Aunque parece que la competencia es escasa, y las aptitudes de las rivales dejan mucho que desear, esto no demerita a la cinta de Mitchell, que independientemente de la época, brilla como uno de los mejores filmes del género; es un clásico instantáneo del nuevo milenio.
La historia adopta uno de los nuevos rubros de lo referente al terror: la leyenda urbana, historias que nacen de ningún lado, pasan de boca y boca, y terminan por ser parte del imaginario colectivo.
Una chica conoce a un chico, él se comporta extraño, pero ¿quién no lo hace? La chica y el chico deciden tener sexo, casual, sin compromiso; todo parece ir bien, pero ella es atacada, cuando despierta descubre que él la ha atado a una silla, solamente para mostrarle algo. Alguien viene, directo, sin distraer la vista, sin cambiar el paso. Aquello vendrá detrás de ella, pase lo que pase, esté en donde esté y no podrá hacer algo para evitarlo. El chico le ha pasado su maldición a la chica, se va sin dejar huella, ahora ella tendrá que afrontar a lo que sea que la esté siguiendo.
Está Detrás de Ti es una cinta de terror adolecente. Una de sus principales temáticas es el amor, con las variantes de amor y sexo, amor y amistad, así como el temor a las relaciones amorosas/humanas. Habla de la belleza, de los estereotipos, de lo que es ser hombre y mujer, en una época, y edad, cambiante. No es casualidad que la maldición se “pase” al sostener relaciones sexuales, en un momento y con una sociedad post-SIDA.
Se dicen muchas cosas entorno al slasher (género al que no pertenece Está Detrás de Ti). Que si eran en realidad cintas moralinas que condenaban el sexo libre o la liberación femenina; que eran una analogía al VIH y su manera de ser transmitido, por eso todos los que tenían sexo morían; que era el miedo de una generación que le temía a ese asesino anónimo, sin rostro, silencioso, y que puede estar en cualquier lado.
En Está Detrás de Ti se habla de una nueva liberación sexual, la del nihilismo; donde todo sucede y, a la vez, nada pasa, donde se ha perdido el miedo a la muerte, al contagio. Una generación sin consecuencias, o sin temor a estas, a final de cuentas, ya están todos muertos.
Es interesante que el monstruo no tenga rostro definido y esté alejado de los clásicos de la Universal, así como de los hoy célebres entes de los ochenta, casi siempre anónimos en el rostro, pero con un nombre y apellido que los identifica. Aquí se aclaró desde un principio: la amenaza puede ser cualquiera, puede tener una cara familiar, o una que jamás se haya visto; es a la vez todos y ninguno. Sí, justo como los zombies, esos seres que no encantaron en pasadas épocas, y que determinaban este mismo asunto: el terror ya no viene de un lugar concreto, con un rostro definido, ahora el mal está por doquier y está en tu contra.
Su anonimato exalta el pavor, pues parafraseando a Lovecraft: el temor más antiguo, es el temor a lo desconocido. Ésta premisa, junto con la manera de “contagio” de la maldición, son la que le dan a la trama un acento de leyenda urbana, aunado a que, a diferencia de muchas cintas del género, ésta no sucede en un lugar aislado, por el contrario, el situarse en la zona de los suburbios norteamericanos, la persecución de aquello que sigue a la protagonista toma un suspenso por demás interesante.
Se juega con este elemento más que con ninguno, con la duda y el temor siempre latente, con aquello caminando en línea recta, a veces fuera de cuadro, o foco, a veces utilizando a personajes peculiares, otras a doppelgängers. Está Detrás de Ti logra algo que no se había hecho en mucho tiempo, terror verdadero. No es sólo un fan made, es realmente una cinta pensada para causar nerviosismo, desasosiego; una obra con un manejo del suspenso que nos hace un hueco por dentro. El guión es inteligente, sin el exceso de efectos especiales logra crear una historia que funciona y que no se nota abaratada. Cierto es que en esos pocos momentos de CGI la gran pieza tambalea, pues más allá del realismo o lo notable, su uso se pudo haber evitado. Nada puede ser tan perfecto, por mucho que le deseemos, sin embargo, son mucho más sus aciertos.
La excelente música, la puesta en escena, la trama misma, y hasta algunos detalles en el arte de la cinta hacen que Está Detrás de Ti sea uno de los mejores y más fieles homenajes al terror de los ochenta. Principalmente porque no intenta imitarlo; toma sus elementos y los recrea, los actualiza, los haces suyos, nuestros.
El film ya ha estado en varias listas a lo mejor del 2014, seguramente lo estará en lo mejor de esta década, y probablemente lo seguirá estando. Puede ser el principio de algo que se avecine, de un nuevo boom tan esperado. Saber si Está Detrás de Ti es mejor que The Babadook o viceversa, es una discusión bizantina, lo que importa es saber que estas dos pinturas rupestres parecen ser el inicio de una línea temporal que empieza a extenderse.