Ya sin siquiera saber a qué día u hotel corresponde la mañana, un poco de cereal en el hospitality, intercambios de opiniones con colegas y de nuevo a la sala de cine, que es lo que nos corresponde.
La Maldad (Dir. Joshua Gil Delgado) + El regreso del muerto (Dir. Gustavo Gamou) + Tiempo Suspendido (Dir. Natalia Bruschtein)
Habiendo formado parte de festivales nacionales como el de Los Cabos, FICUNAM y la Riviera Maya, estas películas mexicanas sobresalen como cuatro ejemplos de una corriente de cineastas cuyos esfuerzos, unos más acertados que otros, ilustran el panorama del cine mexicano “de festival”, víctima de inquietudes más forzadas que verdaderamente arraigadas en la curiosidad o sensibilidad real de sus autores.
En el caso de La Maldad, Gil Delgado yuxtapone su contemplativa cámara y el retrato de sus rurales personajes contra la improbable situación a la que se enfrentan. En medio de un poblado en el campo mexicano, un anciano con una enfermedad terminal está obsesionado con, basado en un guión que él mismo escribió, producir y dirigir una largometraje que, a través de 12 canciones, cuenta la historia de su esposa. Intencionalmente bizarra y con intenciones poéticas que funcionan tantas veces como no, La Maldad al menos mantiene intrigado hasta el final al espectador por su original premisa(al que sea paciente ante su parsimonioso ritmo, claro está) aunque falla en rebasarla, convirtiéndose más en una experiencia anecdotaria que memorable.
De igual manera que La Maldad, otra de las favoritas de festival es El regreso del muerto, un documental de Gustavo Gamou que, a pesar de contar con un interesante ex sicario viejo y borracho como personaje principal, se ve minado por un director “engolosinado” con su protagonista, que termina convirtiendo la otrora interesante premisa en un irritante (y en ocasiones evidente y provocadoramente montado) ejercicio de porno miseria, ausente de brújula, que termina estrellándose (acá mi crítica de cuando la vi en Los Cabos).
Por último, con mejor calidad y menos pretenciones, Tiempo Suspendido de Natalia Bruschtein es un documental de factura poco propositiva o innovadora pero con un personaje central que bien compensa su genérica estética y realización.
Fundamentada en un episodio histórico cuyo recuerdo nunca debe erradicarse de la memoria o la indignación, Tiempo Suspendido cuenta la historia de Laura Bruschtein Bonaparte, abuela de la directora y una de las fundadoras de las Madres de la Plaza de Mayo en Argentina. Con entrevistas de archivo, testimonios de gente conocida y cartas leídas por la directora, la película nos abre el baúl de los recuerdos de uno de los personajes más importantes para la memoria histórica de su país, cuya salud actual ha terminado por erradicar todo recuerdo de esa época en su ahora frágil y rota memoria.
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Theeb (Dir. Naji Abu Nowar)
La sorpresa llegó después con Theeb, la película jordana de Naji Abu Nowar que, habiendo participado ya en el Festival de cine de Toronto (el TiFF… que en mucho de su logo se parece al del Giff, ¿o viceversa?) y de Venecia, donde ganó el premio Horizons como mejor director.
Contada desde los ojos de Theeb (el sensacional Jacir Eid Al-Hwietat), un niño beduino en una provincia otomana durante la primera guerra mundial, la película narra el recorrido que, con su hermano y un soldado inglés (Jack Fox), debe llevarlos a un destino secreto al mismo tiempo que, con el desierto y sus dificultades como telón de fondo, lo enfrentará al enorme reto de crecer y dejar atrás su inexperimentada forma de ver el mundo.
Filmada en muchos de los escenarios donde se rodó hace años Lawrence de Arabia, de David Lean, Theeb no sólo depende de las emblemáticas locaciones para evidenciar sus fuertes influencias en el cine (y particularmente en el Western) norte americano de mediados del siglo pasado, sino que también emula su estética (largas caminatas donde los caballos son cambiados por camellos) y su argumento (un grupo de forajidos en una búsqueda redentora), haciendo de la película un interesante híbrido entre un género y una historia que, así como provienen de lugares tan opuestos en tantos sentidos, en conjunto retratan una historia enraizada en algo innegablemente universal.
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Cortometrajes del día
Si bien es cierto que uno de los temas más sonados en esta edición del GIFF ha sido el recorte presupuestal, mentiríamos si dijéramos que se trata de un evento al que le falta apoyo. Por eso, mientras es comprensible que muchos sacrificios se han tenido que hacer, también es verdad que, en consideración con su tamaño inicial (cuando se llamaba Expresión en Corto) el festival sigue estando muy por encima de lo que en un inicio era. Y es justo recordando aquellos tiempos de mayor austeridad, cuando además se trataba de un evento especializado en la exhibición de cortometrajes, que decidí echarme un clavado en algo de lo que en ese rubro (donde todavía gozan de una programación ejemplar) tenían por ofrecer.
Para empezar, la inclusión de cortometrajes como el documental Manos de cera (Dir. Sergio Martinez García) o la ficción La cosecha (Dir. Juan Carlos Rivera) es un acierto ya que, tratándose de los ganadores del Foro Expresión Cinematográfica Carpe Diem, un pequeño evento de cortometrajes producidos exclusivamente en y realizados por gente de la ciudad de Salamanca, Guanajuato, muestran un compromiso del GIFF con el estado que los ha visto crecer y los posibles futuros creadores oriundos del lugar que, hasta entonces, carecían de un evento con sus oportunidades. Con esta iniciativa, en conjunto con sus ya emblemáticas secciones como el Rally y su sección Identidad y Pertenencia, el Giff sigue siendo una palanca importante de empuje a talentos que, si el festival no existiera, se perderían en un mar de jóvenes talentosos y sin el apoyo necesario para hacerse visibles.
Como parte de la selección de cortometrajes y después de una larga gira festivalera se exhibió también La Teta de Botero del director y actor Humberto Busto quien, con Patricia Reyes Spíndola como madrina, protagonista y musa, hace un sensible retrato de la edad, la salud, el amor y las ganas de vivir donde, además de mostrar un conmovedor retrato casi autobiográfico de la actriz (quien se ha sometido a cirugías y tratamientos por cáncer), muestra a un Humberto Busto en buena forma actoral pero, principalmente, lo perfila como un muy capaz director de actores cuyo compromiso con el cortometraje y la lucha de su protagonista, lo ha llevado a presentarse no sólo en festivales de cine, sino también en congresos y eventos especiales organizados por grupos o fundaciones con la erradicación o el tratamiento del cáncer como causa.
Ya por último y desde una perspectiva más irreverente, la selección de Kung Fury (Dir. David Samberg) fue como una bocanada de aire fresco, llena de humor y cultura pop, inspirada en la estética de las series policiacas y de acción ochenteras (el cortometraje se ve como si la fuente fuera un VHS desgastado).
La película del sueco Samberg cuenta la historia de Kung Fury, un policía de Miami que, tras ser golpeado por un rayo (al mismo tiempo que es mordido por una cobra) adquiere súper poderes para las artes marciales y se ve envuelto, junto con su compañero policía Triceracop (un triceratops con cuerpo humano), en una misión que lo llevará a viajar en el tiempo para aniquilar a Adolf Hitler quien, en el presente (que para nosotros es el pasado, en los 80) ha regresado a aterrorizar el mundo con un alter ego llamado Kung-Fürer. Sí, así como suena. Una joya financiada, como mucho de lo aquí exhibido, en Kickstarter y disponible para ver en Youtube, donde se ha convertido en un merecido trabajo de culto.
(Continuará…)
Por Gonzalo Lira / @CinemaMovil_mx
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COBERTURA ESPECIAL GIFF 2015:
1) Love and Mercy desde San Miguel de Allende
2) Crónicas desde San Miguel por Gonzalo Lira
3) La antología de terror México Bárbaro en el Panteón
4) Crónicas desde Guanajuato II: H., Plástico y México Bárbaro
5) Crónicas desde Guanajuato III: La Maldad, Theeb y Cortometrajes del Día
6) James Franco, Universitarios y Tiburones Voladores en Guanajuato
7) Causas Sociales que azotan a México