Nadie como Eli Roth dentro del panorama del cine de terror contemporáneo, para dividir tan clara y abismalmente al público, entre quienes los consideran ya un maestro consumado del género con la autoridad suficiente para imaginar escenas cada vez más sanguinolentas y perversas ideales para impresionar hasta al más impávido, y aquellos que opinan que el morbo, el efectismo y el marketing son los elementos que han ido formando su fama, pero que finalmente los resultados de sus películas siempre terminan siendo decepcionantes.
Mientras que Caníbales (su particular homenaje al cine de explotación protagonizado por antropófagos, popularizado en Italia durante la segunda mitad de los años setenta) continúa enlatada, el director ha estrenado el trailer de su quinto largometraje, estelarizado y co-producido por Keanu Reeves (quien tuvo su enésimo revival el año pasado con Otro Día para Matar, como ese inmutable asesino a sueldo retirado que se ve obligado a regresar al negocio para vengarse de la mafia rusa por la muerte de… su perro).
Esta vez el actor interpreta a Evan Webber, intachable marido y padre de familia quien un fin de semana se queda solo en su lujosa casa. Sólo unas horas después, bajo una lluvia torrencial, tocan a su puerta dos atractivas y seductoras mujeres (Ana de Armas y Lorenza Izzo) solicitándole un teléfono. Permitirles la entrada a su hogar devendrá en un juego psico-sexual en el cual muy pronto ellas tomarán el control.
Se trata de un thriller doméstico que Roth ha auto definido como heredero de los primeros Polanski y Verhoeven, y que tuvo una respuesta aceptable en el pasado Festival de Sundance. Ya veremos si la cinta prolonga la discusión en torno al nombre del realizador estadounidense.