Eliminar Amigo (Unfriended) presume ser la cinta de terror que cambiará el género, con su estética como parteaguas en la historia del cine terrorífico. ¿Qué tiene de especial? Que está contada enteramente con la interfaz de una computadora personal, es decir, toda la cinta vemos lo que sucede en la pantalla de la protagonista.
¿Y de qué va la historia? Un grupo de amigos platican por medio de la web, pero hay un miembro extraño en la conversación. Todo parece indicar que esa persona es alguien que ha entrado a la cuenta de Laura (Heather Sossaman), una chica que se suicidó hace un año a causa del bullying sufrido por un vídeo vergonzoso que se subió de ella en la red. Sin embargo, diferentes acciones comienzan a indicar que Laura es quien ha regresado del más allá en búsqueda de saldar cuentas.
Eliminar Amigo es una historia clásica del género, contada de una manera novedosa. Estamos frente a un relato de fantasmas. Sabemos que cuando alguien regresa de la muerte sólo tiene dos propósitos: vengar su muerte o dar un mensaje; aquí sucede la primera. Por supuesto que la manera en que está filmada es llamativa e interesante; sin embargo, no logra resolverse del todo. De hecho, uno de los puntos favorables de la cinta es la estética, sin embargo, la narrativa se va diluyendo. Los momentos de tensión se acentúan con la gráfica de la interfaz, pero su desarrollo termina por ser repetitivo.
El terror es poco. Los momentos “fuertes” de la cinta son (casi) ridículos; las muertes pretenden llegar al gore, pero quedan en el soft. Lo interesante se centra en dialogo más que en las acciones, cuando vamos descubriendo el pasado turbulento de los personajes. Un punto a favor de esta cinta es que no adoctrina; su idea temática versa sobre el bullying, causas y consecuencias, sin embargo, aunque el mensaje es directo, jamás intenta ser un discurso informativo o un regaño disfrazado. El concepto de que la chica virgen es quien sobrevive se elimina, porque la chica virgen no existe, ni la inocencia, ni siquiera la mujer indefensa y sumisa. Y claro que el sexo, y sus relaciones interpersonales, es un tema importante, pues estamos hablando de una cinta adolescente, pero no es lo único ni lo más significativo. La amistad, la verdad, y sobre todo, la lealtad son los valores que son cuestionados a lo largo de la cinta.
Todos escondemos un secreto, es una de las sentencias de la trama. Sin embargo, vivimos en una época donde la más mínima acción puede ser conocida por todos. Se habla de esta sobrexposición que tiene una generación; el Internet es parte de su vida, ahí habitan gran parte de sus memorias y sentimientos, ahí se crea la careta que los avala como entes sociales. Un peldaño más en la escalera evolutiva, el que triunfa en la red triunfa en la vida; el que es devorado cibernéticamente, termina hecho pedazos; como Laura. ¿Pero dónde queda el aspecto orgánico? A final de cuentas, aunque el dialogo se dé enteramente por vía web, lo que les aqueja es la fragilidad misma de su vida y el tabú de lo escatológico. De ellos, no vemos más que los rostros, pero esos rostros no son los de los avatares con los que mienten al mundo, son rostros que se van desencajando conforme avanzan los minutos, que conocen el dolor y el llanto. Hay una ausencia de cuerpos, lo que vemos son fotos de perfil vivientes que intentan ser cabezas parlantes, que intentan ser razonables; no lo logran, esos secretos les afectan, esa debilidad de la carne, esa necesidad actual por preservarlo todo por medio de lo digital.
¿Es una crítica a la generación actual? Por supuesto, es un señalamiento, pero no es un acierto. El atrevimiento de la forma, el uso llano y simple de la interfaz digital, y el uso de lenguajes tan actuales aleja a público de cierta edad y época. Aunque existe una justificación del porque estos jóvenes no se alejan de su pantalla, para alguien que puede sobrevivir sin Internet, la mayoría de las acciones se le harán tontas. ¿Por qué simplemente no apagar la computadora? Bueno, la razón la podrá encontrar a lado, como lo hice yo, cuando en plena función un joven no dejaba de usar el celular al mismo tiempo que enfrentaba a la cinta. Sí, es una cuestión de vida o muerte, pero la vida está ahí, dentro del celular, de la computadora. ¿Las nuevas generaciones aceptarán las críticas? ¿Cambiarán su forma de vida? Es difícil decirlo, pero es obvio suponerlo: no habrá cambio. Se dijo que los slasher eran cintas que promovían las buenas costumbres (la chica sin sexo y sin drogas es la que se salva) pero su enseñanza, sí es que la tenía, no fue tomada, justo como dijo Tom Savini en el documental Going to Pieces: The Rise and Fall of the Slasher Film; nadie hizo caso.
Para jóvenes de 13 a 17 años la cinta será sumamente atractiva, y si es que tienen poco conocimiento del género, puede que llegue a ser tenebrosa. Para lo que salimos de ese rango, y sabemos un poco más del tema, Eliminar Amigo no va más allá de un buen ejercicio. Pero hay que ser condescendientes, el uso de esta temática en el cine, aunque parece común, es relativamente nuevo. Habrá que seguir ejerciéndola y apoyándola, para que logré así algo perecedero. Si afirmamos que el cine habla de la vida, y nuestra vida es ahora albergada en gigas y teras, ¿por qué no temer a que nuestra vida, toda, se pierda?
En Cartelera: Viernes 14 Agosto 2015: Cinépolis, Cinemex.
Por Ali López