Son muchos los que todavía piensan que adaptar videojuegos al cine es algo fácil, sobre todo en esta época de historias recicladas en la que los estudios de Hollywood recurren a diversos medios de entretenimiento para crear películas. Sin embargo, no es una tarea sencilla y la mayoría de las veces ha salido mal. Esto se repite de cierta forma con el filme de acción Hitman: Agente 47 (Hitman: Agent 47).
No es el primer intento por llevar a la pantalla grande la historia del popular videojuego del mismo nombre, buscando así una franquicia cinematográfica protagonizada por el Agente 47. En 2007 se realizó con las actuaciones de Timothy Olyphant y Olga Kurylenko, aunque resultó un fracaso rotundo.
En esta ocasión, Rupert Friend se convierte en un asesino de élite, modificado genéticamente gracias a un programa especial, que tiene la misión de encontrar a una joven que también es buscada por una organización conocida como Syndicate, debido a que es la hija de un importante científico que es fundamental para poder crear la siguiente generación de soldados.
El argumento suena a cliché y lo es, pero la cinta salva en algunas partes gracias a sus logradas secuencias de acción que son exactamente lo que uno esperaría ver en una historia de este tipo. Su combinación de explosiones, persecuciones, peleas y tiroteos logran que el espectador se entusiasme.
Al final, Hitman: Agente 47 es sólo una película palomera que funciona bien para quienes sean más clavados en el género de acción y para los fans del videojuego en el que se basa. Cumple con entretener pero no va más allá de eso.