Resulta ser un secreto a voces: si uno levanta una piedra salen programadores de cine corriendo. Prácticamente cada semana se está llevando a cabo un festival, con mayor o menor éxito, en algún punto del país por más insospechado que este sea, y cada vez es más frecuente que estos abran una sección dedicada a documentales relacionados con música.
Así pues, de primera impresión, parecería que una pequeña muestra en el D.F. que aborda el tema, correría el riesgo de quedar rebasada y perderse facilmente. Sin embargo, es aquí donde Phono-Cinema (Muestra Internacional de Cine y Música) presenta oportunamente su declaración de principios: ser una plataforma de estrenos en México dentro del género con títulos de difícil acceso.
De este modo, para su segunda edición a realizarse del 13 al 16 de agosto, Phono-Cinema (la cual nació como una extensión de Bestia, festival en enfocado en la experimentación sonora en los terrenos del jazz, el rock y el noise), exhibirá seis filmes en cuatro sedes: Centro de Cultura Digital, Cineteca Nacional, Cine Tonalá y Cinematógrafo del Chopo.
Para conocer la programación y más acerca de este novel proyecto, platicamos con Ricardo Jacob (co-director y programador) y Jorge Ramírez (co-director y productor).
–
Cinema Móvil: ¿Cómo nace Phono-Cinema y la colaboración entre ustedes dos?
Ricardo Jacob: El origen se remonta a hace casi diez años en FICCO (todo un parteaguas para los eventos fílmicos en el país) donde formábamos parte del equipo de programación junto con Eva Sangiorgi, Michel Lipkes, Maximiliano Cruz, una generación en donde curiosamente ahora cada uno encabeza su propio festival. Posteriormente coincidimos en Cinema Planeta, un festival de cine y medio ambiente. Un día platicando consideramos que faltaba una propuesta especializada en torno a cine y música. Entonces Phono-Cinema surgió de una charla de dos personas que se caen bien y que conocen un poco de qué va este ambiente. Además yo soy músico, así que era inevitable.
¿Cuál es el papel y la posición de la muestra respecto al resto de los festivales?
Jorge Ramírez: La propuesta de Phono-Cinema es muy clara: si tú comparas los calendarios y la programación de documentales musicales que rondan en los festivales, generalmente estos son de hace un año o más. Phono-Cinema tiene películas que apenas acaban de estrenarse hace algunos meses. Esa es justamente la curaduría y la labor de la muestra, que sea algo específico, concreto, que le dé un aporte diferente a los demás. Siempre escuchamos el eco internacional para saber qué hay afuera, qué está sucediendo.
En otras palabras, es la ventana dentro del año donde tú puedes ver los documentales mucho antes que en otro lugar. Ya nos pasó en la primera edición, tuvimos un documental llamado I Need a Dodge! acerca de la etapa de Joe Strummer el guitarrista de The Clash en España, el cual lo recuperó Guadalajara este año. También, para seguir ilustrando, tuvimos Una Banda Llamada Death, que tuvo un éxito increíble en Cineteca Nacional cuando lo pasamos y que tiempo después se distribuyó de manera comercial.
¿Pueden platicarme de la programación para este año?
RJ: Inauguramos el 13 de agosto con Can’t Stand Losing You: Surviving The Police (de Andy Grieve), basado en el libro homónimo de memorias que escribió Andy Summers, quien narra la película. Cuenta su historia desde los sesentas cuando era guitarrista de jazz y su paso por la psicodelia hasta el momento que conoció a Stewart Copeland y Sting, y lo que era tenerlos de compañeros de banda que no era cualquier cosa.
We Are Twisted Fucking Sister (de Andrew Horn), que cuenta la historia de Twisted Sister antes de ser famosos, abarcando los diez años que estuvieron tocando en los suburbios de New York, más de tres mil shows producidos por ellos mismos, hasta que salieron a la luz.
Hardcore Devo Live! (de Keirda Bahruth), sobre la presentación de la música que Devo hizo entre 1974 y 1977 antes de volverse famoso y que dejó a un lado cuando empezaron a grabar discos. Ellos llamaron a esta etapa Hardcore Devo. Cuando uno de sus integrantes falleció decidieron retomar este material y tocarlo en vivo. El documental muestra un concierto y entrevistas nuevas.
Super Duper Alice Cooper (de Reginald Harkema, Scot McFadyen y Sam Dunn), la historia de Vincent Furnier, mejor conocido como Alice Cooper, desde sus inicios en Detroit, cómo sus compañeros de banda lo empezaron a odiar porque todo mundo solamente lo quería ver a él, cómo el alcohol y las drogas lo echaron a perder y cómo pudo salir adelante.
Shield and Spear (de Petter Ringbom), que cuenta la situación actual de la escena artística en Sudáfrica, veinte años después del Apartheid, donde todavía existe segregación racial y cómo los artistas debe de seguir viviendo con esta problemática.
Y tendremos dos funciones exclusivas de Theory of Obscurity: A Film About The Residents (de Don Hardy), un documental sobre The Residents, la banda icónica, de culto de rock avant garde/art-rock que tiene esa particularidad que nadie sabe quiénes son en realidad y han estado en el anonimato durante cuarenta años sacando decenas de discos, videos y DVD’s. El documental no se centra tanto en saber quiénes son, no importa en realidad, sino en el impacto de su arte en la cultura pop.
Independientemente de su calidad cinematográfica intrínseca y de su año de producción, ¿cuáles fueron los criterios para programar estas seis películas?
RJ: Que el tema sea trascendente, la banda sea interesante, no importa el género.
JR: Los documentales que traemos ayudan a entender en algún momento el por qué suceden ciertos aspectos en el ámbito musical, responden a situaciones que otros artistas repiten hoy día. Hay gente, por ejemplo, que cree que los artistas enmascarados existen apenas hace unos años y en realidad no, The Residents llevan más de cuarenta años y han respetado su propio concepto en cuanto su identidad. Los documentales aportan este valor.
RJ: Por otra parte no nos gustan los documentales panfletarios sobre una banda, donde ellos mismos son los productores y en donde quieren que se incluya determinada toma, una sóla historia, una sóla verdad y que el resto no se toque. Vi muchos así y no me interesaban aunque fueran de bandas muy famosas, pero se veía claramente falso.
JR: También los documentales musicales hechos para la televisión que son muy buenos, como los que produce la BBC, pero estaban descartados de antenamo porque no tenía mucho sentido pasarlos en una pantalla grande.
Una labor que prácticamente siempre queda invisible para el espectador es el de la producción y programación. ¿Qué tan complicado es este trabajo?
RJ: Volviendo al documental de The Residents, porque es mi favorito, yo estuve en contacto con el director año y medio antes que lo estrenara, todavía estaba a la mitad de la edición y habían ingresado el proyecto a una campaña de crowdfunding. La labor de investigación previa es un poco tediosa, debes de estar viendo catálogos, noticias, contactar distribuidores, productores, seguir rumores…
JR: Lo de The Residents fue tal cual por rumores que le llegaron a Ricardo, se puso en contacto con el director, este le confirmó que estaba recaudando fondos, entonces le dijimos somos fans de The Residents, queremos traer el documental a México cuando esté terminado y así lo pactamos. Te puedo decir que ya tenemos por ahí varios documentales en el mismo caso, que hemos ido a buscarlos y que estamos esperando que los terminen para presentarlos aquí. Es cosa de instinto, feeling de rastrear, sobre todo si es una banda que te gusta pues con mayor razón vas y buscas hasta debajo de las piedras, qué existe, qué pasó, qué se está haciendo.
Al estar armando la selección, ¿cuáles son, según ustedes las tendencias que se está siguiendo? El año pasado vi un particular interés por fenómenos de culto, de nicho como la ya citada Una Banda Llamada Death o Get Action! con este grupo japonés de punk Teengenerate a quienes nadie conoce en su país. Este año noto mucha revisitación y desmitificación de artistas que tal vez para nuevas generaciones no les diga gran cosa como pueden ser Devo o Alice Cooper.
RJ: Cierto, hay una revisitación en boga, lo comprobamos. Creo que existe una necesidad de saber las historias de estos músicos que compusieron las canciones de las últimas décadas. Nunca está demás conocer quiénes son los verdaderos pioneros de los sonidos que actualmente se mueven y también al verdadero ser humano, por ejemplo, Andy Summers, no el guitarrista de The Police, sino la persona. Ese es también el valor del documental como género.
Para conocer el calendario de Phono-Cinema, visita su sitio web oficial.