No hay nada nuevo alrededor del aparentemente inédito serial Scream Queens, producido por Ryan Murphy, Ian Brennan y Brad Falchuk (encargados de esa serie con tintes similares titulada Glee).
Despúes de ver el programa piloto (que consta de dos partes), concluimos que no es más que una cuasi farsa de los retratos colegiales americanos ya vistos en el pasado, desde evocaciones de Mean Girls, Scream, Glee y sobre todo Heathers (1988). Esto significa que estamos ante un festín de ocurrencias políticamente incorrectas cargadas de humor negro.
Esta amalgama de referencias no quiere decir que el serial no es ameno. Lo que hace de Scream Queens un festejo adictivo es el tono light empleado por Murphy y su equipo de escritores (mucho más liviano que el utilizado en American Horror Story), además de contar con la presencia de varias figuras mediáticas que van desde Ariana Grande hasta Nick Jonas.
Además, la aparición de Jamie Lee Curtis (referencia obvia a las «reinas» del horror), como la directora del campus académico, y la de Emma Roberts caracterizando a la temible titular de la hermandad estudiantil, hace de Scream Queens una divertida sesión camp que funcionará hasta que las bromas irreverentes se agoten.
Como suele suceder, el primer episodio resultó una hora mucho más lograda que su segundo capítulo, planteando el tono irrespetuoso y blasfemo de la serie, una anécdota que arrancará más risas que sustos (están advertidos: ¡no se trata de una antología de terror!), donde un grupo de jóvenes intérpretes «de moda» intervendrán en una autoparodia de sus propias personalidades.
«Sluts Will Die» escribe con pintura roja el asesino serial suelto en el campus, acción que arranca gritos de desesperación del atractivo elenco juvenil femenino. Este es el acento que encontraremos en Scream Queens. Probablemente lo más interesante del planteamiento es el corto pero tajante prólogo del cual se deriva uno de los misterios a resolver en la serie: ¿Qué personaje corresponderá al bebé que una estudiante da a luz en una bañera en 1995?
Murphy y los guionistas prometen «vueltas de tuerca» que mantendrán a la audiencia atenta a los acontecimientos en el campus. El dilema llegará cuando estos se agoten, ya que es el problema de los guiones televisivos armados con trucos, espejismos y la aparición de celebridades como gancho publicitario.