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430894-mkt-pa-truedetective-s2-colin-po2-2Una de las mejores series de televisión del 2014 fue True Detective, un pesado drama policiaco que sorprendió al público y a la crítica mundial, sobre todo por el tono tan oscuro de la historia y los personajes interpretados con maestría por Matthew McConaughey y Woody Harrelson.

Los artífices Nic Pizzolatto y Cary Fukunaga anunciaron desde un principio que cada temporada tendría un elenco diferente enfrentándose a casos distintos, lo cual no podía ser más alentador. Sin embargo, desde que se anunció el elenco principal para la segunda temporada algunos detractores comenzaron a aparecer; Colin Farrell, Rachel McAdams, Vince Vaughn y Taylor Kitsch llevarían la batuta, lo que decepcionó a muchos, sobre todo en el caso de Vaughn, quien es más reconocido como comediante, y Kitsch, un actor que se convirtió en veneno de taquilla por fracasos como John Carter  y Battleship

El público suele ser muy inmisericorde cuando se le cambia un producto. En el caso de True Detective, su público se acostumbro a la profundidad y complejidad en la trama, los personajes y diálogos. Los monólogos de McConaughey se aplaudieron, por ejemplo, pero todo esto se olvidó en la nueva temporada. Aquí se adaptó un estilo más dinámico, menos propenso a la profundidad y a la filosofía; ahora se apostó por una historia más común y digerible, a pesar de que el tono sombrío sigue ahí. Sus creadores intentaron crear un serial policiaco que pudiera llegar a más público, y en esa misión se olvidaron por completo de los aspectos que hicieron tan icónica la temporada anterior.

Ahora, ¿esto es malo? No, ya que esta segunda temporada es diferente en tono y forma, pero su planteamiento es más elaborado que el común denominador de lo que se hace en televisión; sus actores entregan actuaciones bastante competentes. Sobresale Farrell y McAdams, e incluso Vaughn logra sacar el trabajo (en cambio Kitsch sí está de adorno y no aporta gran cosa al conjunto).

La serie adaptó un tono más convencional y funcional para el gran público, y esto es lo que ha encendido a muchos fans. Nunca sabremos si fue una decisión creativa por parte de sus responsables, o si HBO mandó estos cambios, lo que es cierto es que tantos ataques me parecen desmedidos. La temporada 2 tiene grandes momentos, no sólo actorales, si no también secuencias que nada le piden a varias películas; ahí esta la balacera del capitulo 4, el final del capítulo 6 y 7, y todo el episodio final que incluso parece un filme por si solo.

En conclusión, no es mejor, ni peor que la tan celebrada primera temporada, sólo es diferente.  Tiene menos monólogos y filosofía, no hay saltos temporales, pero hay más acción. La historia tiene una base muy fuerte, variables y elementos que hacen que sobre salga de muchas series policíacas. Es más apegada a lo que sería una cinta mainstream, pero no deja de ser un producto con buena sustancia y mucha calidad en sus elementos estilísticos, actorales y narrativos.