Hay dos asuntos recurrentes en la cinematografía presentada en TIFF 2015: el cosentimiento de las personas transgénero y el análisis de la vocación de los periodistas, este último tema representado por los atractivos títulos Spotlight y Truth.
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Spotlight (Tom McCarthy)
Spotlight arribó a Toronto despúes de una serie de exitosas exhibiciones en los festivales de Venecia y Telluride. Se trata del recuento de la investigación periodística realizada por un grupo de reporteros del Boston Globe, quienes en 2002 expusieron a la luz pública los nombres de los sacerdotes involucrados en un escándalo de abuso sexual en Massachusetts (trabajo que les valió un premio Pulitzer).
Dirigida por Thom McCarthy, la película va envolviendo al espectador pausadamente, permitiendo un sugestivo desarrollo de personajes y por consiguiente un atrapante drama sobre un tema delicado. El director elude por completo exhibir escenas arbitrarias apostando por seguir la investigación de los reporteros (encabezados por Michael Keaton y secundados por Mark Ruffalo, Rachel McAdams y Bryan dÁrcy), quienes a través de sus interpretaciones elaboran cuestionamientos sobre la responsabilidad implícita en el periodismo formal.
Con evidentes referencias a All the President’s Men, McCarthy maneja un tono actoral discreto permitiendo la catársis en dos o tres momentos claves en la historia. Keaton brilla en particular, confirmando que está viviendo un segundo aire como intérprete. En conclusión, es sorprendente cómo una cinta de este calibre, con un gran reparto y una temática escabrosa, pueda derivar en un trabajo moderado sobre un asunto urgente e espinoso.
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Truth (James Vanderbilt)
Truth es la vistosa recreación de los hechos protagonizados por Dan Rather, Mary Mapes y el equipo de realizadores del programa noticiosos 60 Minutes, que derivaron en uno de los escándalos más sonados en la historia de la televisión norteamericana.
Con unas actuaciones magnificas de Cate Blanchett y Robert Redford, la película se desarrolla a manera de thriller político situado en los foros de televisión. Lo más interesante de Truth es su intento por presentar las dos versiones de la historia: la del equipo de reporteros que evidenciaron abuso de poder en la juventud de George W. Bush con la finalidad de que este evitara enlistarse en Vietnam; y la de los opositores de Mapes, quienes la señalaron como una tendensiosa productora de televisión de izquierda con un reportaje carente de pruebas sólidas.
La exposición de esta contienda resulta fascinante, una lucha entre los ejecutivos de la televisora y el intempestivo carácter de Mapes. Salvo la música nacionalista y sentimental, Truth es una de las mejores cintas del festival. Y aunque se trata de guardar imparcialidad en la recreación del escándalo, es Mapes (en la voz de Blanchett) la heroína del relato.