El nuevo largometraje de la directora Elisa Miller – conocida por Ver Llover y su ópera prima Vete más lejos Alicia – explora una complicada relación en pareja que comienza a ir en picada a partir de que ésta decide hacer un cambio importante en su vida.
En medio de la felicidad y la emoción por llevar una vida juntos, Rita y Mateo se mudan a un lugar apartado que les funciona como un refugio para estar tranquilos, pero la paz poco a poco se va acabando, mientras reciben algunas visitas que realmente alteran su nuevo estilo de vida.
A través del relato del día a día de la pareja protagonista, la realizadora muestra cómo la pasión, el deseo, la felicidad, el amor y la ilusión de tener una relación estable, se convierten en peleas, celos, inseguridad y violencia, siempre utilizando al sexo como un arma para poder controlar al otro y para demostrar quién manda.
El Placer es Mío se siente incompleta, al final parece que nunca llega una conclusión al conflicto presentado, el cual también tiene varias fallas en cuanto a su desarrollo. La película se queda sólo en un intento por hacer algo más, pero esto no se consigue.