Después de un año desde su triunfo en el Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM), Carmín Tropical por fin se estrena comercialmente en algunas salas de cine en México.
La película dirigida por Rigoberto Perezcano realmente vale la pena por todos los temas que aborda su historia, la cual podría definirse como una singular y bien lograda combinación de thriller policiaco, relato sobre el desamor y retrato de una realidad que se vive a lo largo de nuestro país.
Todo comienza con el asesinato de Daniela, una mujer muxe – término con el que se identifica a los hombres que asumen algún rol femenino en ciertas comunidades de Oaxaca, Chiapas, Tabasco y Veracruz – y con el regreso de su mejor amiga, quien también es muxe, al lugar en el que ambas compartieron una larga amistad hasta que la segunda decidió irse a otro lado para seguir lo que en ese momento le mandaba su corazón.
La protagonista de la cinta, Mabel, se convierte en una suerte de improbable detective que poco a poco va atando los cabos del misterioso asesinato, al mismo tiempo que se reencuentra con las personas y visita de nuevo los lugares que marcaron una parte muy importante de su vida.
Además de tener un redescubrimiento de quién es realmente y recordar con nostalgia las buenas épocas que tuvo en su antiguo hogar, Mabel conoce a alguien que la hace sentir que puede encontrar el amor una vez más. La trama se desarrolla inteligentemente de principio a fin hasta que se llega a una conclusión que resulta más que adecuada.
La producción de Carmín Tropical es sencilla, deja claro que en el cine hay veces en las que lo único que importa es tener una historia original y encontrar la mejor manera de contarla más allá de los adornos que pueda tener.