Con la esperanza de encontrar el siguiente gran éxito en taquilla que, de paso, también pueda marcar el inicio de una nueva franquicia cinematográfica, los estudios de Hollywood siguen adaptando a la pantalla grande todo lo que pueden: desde cómics, series de televisión, videojuegos y libros, hasta juguetes y juegos de mesa. Ahora ha llegado el turno de Escalofríos (Goosebumps) y, para ser sincero, el resultado fue mejor de lo que muchos esperábamos.
En lugar de tomar una de las muchas historias originales de los libros escritos por R. L. Stine, los cuales se volvieron más populares gracias a la serie transmitida de 1995 a 1998, el director Rob Letterman, ayudado por un elenco encabezado por Jack Black, cuenta una historia original en la que el autor estadounidense se convierte en un personaje más para enfrentar cara a cara a los monstruos que ha creado a lo largo de los años.
La película comienza con un adolescente que se muda a un nuevo vecindario con su mamá y que conoce a la vecina y a su malhumorado padre. El joven protagonista se interesa por la chica y esto lo lleva a causar, sin querer, un gran caos en el que toda clase de monstruos quedan sueltos por la ciudad, siendo guiados por un perverso personaje que seguramente resultará familiar para aquellos que vieron la serie y/o leyeron los libros.
Los monstruos salen de los libros que R. L. Stine tiene guardados en su casa, esto hace que abrir uno de sus manuscritos sea sumamente peligroso para todos. Mientras intentan escapar de hombres lobo, gnomos, payasos y demás criaturas provenientes de las páginas de cada uno de los títulos de Goosebumps, el escritor, su hija, el nuevo vecino y su amigo deberán encontrar la forma de regresar a cada monstruo al lugar al que pertenece.
Escalofríos es una buena combinación de aventura y comedia, resulta entretenida y logra complacer por igual a quienes saben lo que van a ver y a los que ni siquiera saben de la existencia de los libros o la serie. No es una cinta perfecta, pero sí tiene varios elementos a su favor, además aprovecha a los monstruos que presenta para incluirlos en situaciones divertidas.
En resumen, la película es una opción recomendable si piensan ir al cine este fin de semana, vale la pena verla si tienen ganas de entretenerse un rato, así que compren sus palomitas y disfruten.