Más rápida que un avión, más veloz que una bala y mucho más entretenida que los intentos fallidos de DC Comics en el cine, llega (en DVD y Blu-ray) la primera temporada del corredor escarlata conocido como The Flash.
Después de un accidente que lo puso nueve meses en coma, Barry Allen despierta con los poderes que cualquier ladronzuelo sueña tener: la habilidad de correr a una velocidad tan inimaginable que podría romper las barreras del tiempo y viajar a través de los años.
Los primeros capítulos son complicados, no te motivan. La historia nos remite a las primeras temporadas de Smallville, donde cada semana teníamos como invitado especial a un “fenómeno” afectado por la lluvia de meteoritos (aunque al final moría y todos quedaban en paz). Sin embargo, The Flash toma un camino muy distinto al del adolescente Kriptoniano.
Apegada a los cómics, la serie se situada en el mismo universo de Arrow y cuenta con villanos que creíamos aparecerían hasta la quinta temporada; como es el caso de Reverse Flash o Captain Cold.
A diferencia de otros superhéroes, Barry Allen (Grant Gustin, increíble) tiene en mente convertirse en héroe desde un principio. Aunque esto no será fácil, pues lo veremos caer, ser pateado y recibir unas cuantas golpizas, antes de convertirse en el Flash que todos conocemos. Por su parte, Harrison Wells (Tom Cavanagh) – un personaje clave para el desarrollo mental y físico de Barry Allen – está lleno de sorpresas y provoca pequeños guiños de lo que podría ser el final de temporada.
Sin embargo, muchos piensan que The Flash no tendrá futuro. Creo que se equivocan, ya que dentro de unos meses veremos una especie de liga de la justicia con Atom, FireStorm, Captain Cold, HawkGirl, HawkMan, Flash y Arrow; en lo que promete ser una serie épica que se expandirá al menos hasta el 2020.
En conclusión, la primera temporada de The Flash es una propuesta diferente dentro del género. Con adrenalina pura, una historia interesante y grandes personajes, sólo queda esperar lo que depara del cometa carmesí.