La novela Frankenstein de Mary Shelley es una de las obras que más adaptaciones al cine ha tenido, junto al Dracula de Bram Stoker. Se han realizado todo tipo de películas a partir de la historia: desde las míticas cintas de terror con Boris Karloff, comedías, dramas, hasta la nueva versión con James McAvoy y Daniel Radcliffe, Victor Frankenstein (actualmente en cartelera).
Enmarcada realmente como una novela del romanticismo, Frankenstein da muchas vertientes para sus adaptaciones, ya que dentro de sus ingredientes encontramos un relato con reminiscencias de ciencia ficción, terror, suspenso y drama. Pero hay algunas adaptaciones que llaman más la atención que otras, ya sea por su fidelidad a la obra original o por lo extrañas que resultan; aquí repasamos lo ecléctico que puede ser el relato.
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Mary Shelley’s Frankenstein (Kenneth Branagh, 1994)
Quizá la adaptación más fiel hasta ahora. Tras su excelente trabajo en Dracula, Francis Ford Coppola se aventuró a producir este film aunque le cedió la silla de director al británico Kenneth Branagh. El resultado: un trabajo excelente, con la dosis de romanticismo y horror que la propia Shelley había imaginado. Como punto a favor tiene una magnífica representación de la criatura en manos de Robert De Niro.
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Young Frankenstein (Mel Brooks, 1974)
La parodia creada por Mel Brooks se convirtió en un clásico del terror cómico. Significó un claro homenaje a las versiones de James Whale, lo curioso es que aquellas ya tenían ciertos ecos de comedia. El siempre genial Gene Wilder como el doctor Frederick Frankenstein y Martin Feldman como Igor la hacen una de las mejores comedías del siglo pasado.
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Frankenweenie (Tim Burton, 2012)
Una de las mejores películas de Tim Burton en los últimos diez años, no es una coincidencia que se base en un cortometraje que realizó el director en 1984. Es un deslumbrante homenaje al cine de monstruos de antaño, contado de manera brillante y con mucha energía. El pequeño Víctor resucita a su perro Sparky, dándole un giro ingenioso a la historia. Es una gran obra de animación entrañable, apta para chicos y grandes.
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Roger Corman’s Frankenstein Unbound (Roger Corman, 1990)
Una rareza en toda la extensión de la palabra; se basa en una novela que a su vez está inspirada en la historia original de Mary Shelley. Aquí un científico del Siglo XXI (John Hurt) viaja al siglo XIX y conoce al doctor Frankenstein (Raúl Julia) y a la joven escritora Mary Shelley (Bridget Fonda).
Como bien sabemos, Roger Corman fue uno de los directores más prolíficos de Hollywood y uno de los grandes precursores del cine de serie B. Lo malo en este proyecto fue que intentó subir sus pretensiones y ahí se hundió por completo. Vale la pena sólo por mera curiosidad.
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Frankenhooker (Frank Henenlotter, 1990)
Otra rareza, considerada un clásico de culto entre los especialistas del género. Es la historia de un joven electricista que cuando muere su novia se da a la tarea de revivirla con la ayuda de una tormenta eléctrica; para completar su misión debe conseguir partes de cuerpos femeninos y su mejor opción son las prostitutas del otro lado de la ciudad. Es una exquisita bizarrada, digna del mejor cine B de principios de los noventa.
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I, Frankenstein (Stuart Beattie, 2014)
Una de las peores adaptaciones que se han hecho del relato de Mary Shelley. En este despropósito de película nos encontramos con que la criatura creada por el doctor Frankenstein (ahora llamada Adam) sigue vagando por el mundo 200 años después de su creación. Una fracaso de taquilla sin alma, con efectos especiales tanto buenos como muy malos. Esperaban crear una franquicia con este proyecto, obviamente todo se quedó en el papel.
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Flesh for Frankenstein (Paul Morrisey, Antonio Margheriti, 1973)
La versión más visceral del relato, lejos del romanticismo y el drama de la obra original. Aquí se da paso al gore, los fetichismos y la sexualidad en su máxima expresión. Toda una representación de incorrección política y moral, presentada por es el mismísimo Andy Warhol, con ingredientes adicionales como el incesto, la necrofilia, ninfomanía y hasta ciertos indicios homosexuales por parte de la criatura. Como dato curioso, todo el equipo que realizó este film se aventó otra “joyita” similar, titulada Blood for Dracula (1974).