Mórbido sirvió de marco para confirmar la posición de Adrián García Bogliano como el estandarte dentro del cine latinoamericano de género.
Después de aquella mal vibrosa pesadilla situada en Tijuana, en la cual el mal se insertaba al interior de una familia (Ahí Va el Diablo, 2012), y su afortunada incursión en el cine anglosajón con Late Phases (2014), en la que un veterano de guerra invidente no sólo tenía que hacerle frente a licántropos que asolaban la zona residencial para jubilados a la que se había mudado, sino también a sus propios demonios; ahora el director argentino regresa a México – país en el que radica desde hace algunos años – para filmar el oscuro thriller Scherzo Diabolico.
En Scherzo Diabolico, detrás de su rutina gris y mediocre (un trabajo absorbente en el que nunca ha recibido el reconocimiento que merece, una esposa que le exige que sea un hombre con carácter, un padre que padece demencia senil), Aram esconde una perversa fantasía representada en una joven preparatoriana a quien diariamente sigue, espía y a quien eventualmente secuestrará y torturará. Este hecho pareciera ser el detonante para un cambio positivo en su vida… hasta que dicha fantasía se salga de control.
“Late Phases era la primera vez que trabajaba totalmente con algo que no había escrito. Había hecho una película en Costa Rica que era una adaptación de los cuentos «La Pata del Mono» de W. W. Jacobs y «La Posada de las Dos Brujas» de Joseph Conrad (Donde Duerme el Horror, 2010). Pero Late Phases fue una cosa muy rara en ese sentido, no sólo un guión externo, y en otro idioma, sino también por un montón de elementos culturales ajenos para mí; de entrada el barrio residencial para ancianos o que el protagonista sea un ex-combatiente de Vietnam. En Argentina ni siquiera está ese concepto del ex-combatiente. Tuvimos un trabajo muy fuerte con el guionista, fuimos línea por línea, quería estar seguro de entender exactamente qué quería decir, si había un doble sentido, un sub-texto, no dar por sentado nada. Para mí fue difícil, estresante mentalmente.
«Entonces tenía ganas de hacer algo acá, con personajes y situaciones más cercanas a mí. Con Scherzo Diabolico me identifico mucho. Causa gracia pero hasta a un nivel autobiográfico, obviamente no en las cuestiones más morbosas pero sí en un tema generacional, ver muchos amigos que se encuentran en mi rango de edad, entre los 35 y 40 años donde existe el sentimiento, por la cultura en la que vivimos, que uno tiene que convertirse en alguien exitoso ahora o nunca. Si a esa edad no tienes la casa, el coche, no estás casado, parece que no eres una persona exitosa, y mucha gente cambia y saca lo peor de sí”, nos comentó Adrián García Bogliano después de la función en Mórbido.
Una constante en el cine del realizador es que el terror se localiza en lo cotidiano, lo reconocible, ya sea ese quinteto de mujeres que al estar varadas en un desolado pueblo son acosadas por sus habitantes, fanáticos religiosos por su intención de abortar (en su ópera prima Habitación para Turistas, 2004) o ese par de envejecidos militares pertenecientes a la última dictadura argentina (en Sudor Frío, 2010). En Scherzo Diabolico, más que en la tortura o las consecuencias, se encuentra en las motivaciones mismas.
“Me interesaba mucho la idea de la fantasía masculina, en la cual la mujer es prácticamente un objeto que ocupan determinados espacios. Siempre digo que se trata de una película acerca de una fantasía masculina que sale mal, completamente al revés. Por eso un referente muy grande es una película sueca de los años setenta que a mí me encanta que se llama Breaking Point, de Bo Arne Vibenius, el director de Thriller: A Cruel Picture, en la que ocurre precisamente eso, una fantasía masculina completamente disparada y demencial.
«Uno de los puntos de Scherzo Diabolico también era saber cuáles eran esas fantasías, muy básicas, muy estúpidas, el tener a muchas mujeres o el status en el trabajo. Quería responder a ¿qué pasaría si pudieras cumplir tus deseos? ¿Cuál es tu ideal de felicidad? Eso también la emparenta con una película de la que tomé muchos elementos que es Romeo is Bleeding de Peter Medak con Gary Oldman.»
Justamente, mientras Bogliano revela sus influencias para la creación de Scherzo Diabolico, resalta una cualidad: sus referencias cada vez son más sutiles, elegantes, erigiéndose un director contenido, riguroso con la propia historia (el efectivo montaje que describe la planeación y ejecución del secuestro, su diseño sonoro inquietante, el arrojo en sus secuencias más violentas).
“Vas encontrando tu propia voz. Al principio uno quiere meter todo lo que a uno le gusta en una sola película y es un error bastante común. Hasta que empiezas a darte cuenta que con algo te sientes a gusto, que ese resultado te gusta más que el otro. Yo trato de ponerme a prueba en cada película y hacer cosas diferentes en el género de terror. También hay otra cosa muy rara consistente en que las películas salen regidas por el sentido del tiempo. Uno de pronto tiene un guión que escribe hoy y sale dentro de diez años y luego uno que escribió hoy y al mes siguiente lo está filmando. Scherzo Diabolico es una película que si bien había ideas sueltas, su guión se escribió unos meses antes que se filmara. Entonces por un lado puedes tener una evolución como director pero de pronto trabajas sobre ideas viejas.»
Scherzo Diabolico, protagonizada por Francisco Barreiro, Daniela Soto y el también director cubano Jorge Molina, fue reconocida en Mórbido con el premio a Mejor Director Latinoamericano y tendrá su estreno en enero próximo, siendo así la primer película de Adrián García Bogliano que llegue a salas comerciales.