Dentro de la abultada lista de invitados internacionales con las que contó Mórbido 2015, se encontró la directora argentina Tamae Garateguy, quien vino a presentar su esperado cuarto largometraje All Night Long como parte de la sección de funciones nocturnas titulada “El que se Lleva, se Aguanta” (cintas cuyo grafismo provocó que el propio festival sugiriera NO verlas).
Después de esa curiosa deconstrucción paródica al cine de gangsters con sus personajes imaginando una trama poblada por brutales anti-héroes, mafiosos rusos y coreanos así como por femme fatales rondando cierto barrio de la capital argentina (Pompeya, 2010); y de no dejar a nadie indiferente con ese thriller psicológico protagonizado por una seductora asesina de personalidad múltiple buscando víctimas masculinas en los andenes del metro bonaerense (Mujer Lobo, 2013); ahora Tamae Garateguy junto con Jimena Monteoliva, su productora habitual, filmaron de forma kamikaze (durante sólo ocho días) un slasher que busca subvertir una fórmula por demás conocida en el género y que toma su nombre de esa popular canción de Lionel Ritchie.
“Desde hace tiempo queríamos dirigir una película juntas, teníamos ganas de hacer todo el proceso creativo de una película donde se pudiera experimentar con la excusa del slasher. Pero también teníamos ganas de hacer una película rápida por cuestiones de dinero. De hecho filmamos en enero y la estrenamos en el festival Fantaspoa de Brasil en mayo”, comentó la realizadora tras la proyección.
De primera instancia, All Night Long contiene elementos familiares para los afectos a los sub-géneros sanguinolentos: un asesino enmascarado, un grupo de jóvenes sacrificables, un paraje boscoso como escenario y una protagonista femenina vulnerable. Empero, he aquí el giro que este par propone con sus escenas que emanan un erotismo anti-aséptico, los momentos netamente perturbadores y la premisa en donde los personajes inducidos por una nueva droga química, ya no puede diferenciar si las imágenes violentas que están viviendo son reales o no.
“Ocho días es muy poco para cualquier película y son muchos personajes. Había una escaleta muy fuerte que habíamos planteado nosotras pero que terminó de escribir Diego Flesicher, el script doctor con el que siempre trabajamos. Sí existió una supervisión, una estructura, sabíamos que teníamos que ir a ciertos puntos en la historia. Sin embargo, sucede que nuestros actores son excelentes, trabajan mucho, no les hicimos casting y en seguida estaban conectados con una situación bastante particular, si se quiere decir así, donde se empiezan a matar entre ellos. Entonces pudimos tirar toma única un montón de veces, improvisar y lograr que ellos estuvieran bien, que confiaran en nosotras como en las escenas fuertes de sexo que filmó Jimena. No se trataba de hacer full frontal pero si tenían que ser creíbles.»
Como era de suponerse, en su incipiente paso festivalero All Night Long ya despertó reacciones, polémica y lecturas encontradas. Una vez más la corrección política y el buen gusto han hecho de las suyas. “Como directores estamos haciendo cine intentando profundizar en ciertos temas o inclusive solamente representarlos. Tengo la sensación que la corrección política es un corset, una trampa. Así que con Jimena peco de llevar siempre la contra ante preguntas como ¿qué mensaje quieres dejar? La gente siempre dice cosas, por ejemplo con All Night Long ya nos han dicho ¿pero por qué se matan? Las drogas no hacen mal, ustedes son como policías.»
Al momento de escribir estas líneas, Tamae Garateguy presenta en el festival de Mar de Plata la secuela de la exitosa Upa! Una Película Argentina (esa crítica ácida y desparpajada en torno al propio ambiente del cine independiente de su país, con sus egos, mafias y vicios). ¿Qué esperar de esta directora que sin proponérselo ya es una pieza importante para el cine latinoamericano de género? La película de acción relacionada con las artes marciales mixtas Versus (que co-dirigirá con Nicanor Loreti) y en solitario Las Furias, una oscura road movie en una zona rural en la que una pareja de amantes trágicos desean vengarse de aquellos quienes lograron separarlos años atrás.
Con sus seis títulos que exhibió este año Mórbido, se confirma que Argentina se encuentra a la delantera en cuanto a producción, originalidad y visibilidad. Sin duda, hay mucho que aprenderles.