Esa insólita costumbre de listar lo mejor visto en el año a punto de concluir con respecto a las producciones cinematográficas. Nunca he sido simpatizante de esta tradición, sin embargo se trata de una relación que complace a nuestros lectores, así que aquí está. Como nota, es importante acentuar que las cintas que menciono contaron con exhibición comercial en México o se presentaron dentro de la programación de algún festival o muestra acontecida en el país. El orden en el que las cito carece de relevancia. Espero que coincidamos en algunos títulos.
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White God (Hagen y Yo, Kornél Mundruczó)
La alegoría moderna de la migración en Europa ejemplificada en un relato protagonizado por caninos. La joven Lili trata de proteger a toda costa a su mascota Hagen, perro que tiene que sobrevivir en las calles atestadas de otros de su especie, pero no de su raza. No podría encontrarse mejor cuento moderno sobre este ambiguo y complicado asunto.
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The Wolfpack (Crystal Moselle)
Aumenta nuestra afición a los documentales y sigue la vida de un grupo de hermanos en Lower East Side, Nueva York cuyas únicas referencias de vida social son las películas elegidas por su estricto padre. Una especie de El Castillo De La Pureza, donde las alusiones son curadas por un cinéfilo.
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Inside Out (Intensa-Mente, Peter Docter y Ronnie Del Carmen)
Freud para niños o cómo Pixar produjo un manual para solucionar cualquier conflicto que se manifieste al mudarte a una nueva ciudad. Estos incansables creativos volvieron a colocarse un éxito con esta inusitada cinta animada que llamó la atención de chicos y grandes, al abordar una premisa literalmente diseñada para todo tipo de público.
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The Lobster (Yorgos Lanthimos)
Dentro de la programación del festival de Morelia, la cinta del griego Yorgos Lanthimos (Dogtooth) escenifica la mejor comedia romántica del año. Aspera y emotiva, el director plantea una distopía cercana en donde no hay lugar para los solteros. Es rara por donde la veas pero también una experiencia única, que presenta a Colin Farrell como un carismático actor de carácter.
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Steve Jobs (Danny Boyle)
Esta producción resultó un chasco en taquilla en prácticamente todo el mundo pero aún así conservamos nuestra opinión: se trata de un deslumbrante cuadro sobre la controvertida figura de Jobs (magníficamente caracterizado por Michael Fassbender) que exhibe al guionista Aaron Sorkin como uno de los más destacados escritores de la industria del entretenimiento.
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Carol (Todd Haynes)
Vista en el festival de Los Cabos y con la garantía que llegará a cines de México durante el primer trimestre del año; la fascinante película de Todd Haynes reproduce la aclamada novela de Patricia Highsmith titulada The Price Of Salt en una elegante puesta en escena, en la cual la mesura y el tacto esconden una apasionante historia de amor protagonizada por Cate Blanchett y Rooney Mara. Ustedes saben si se la pierden.
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Son of Saul (László Nemes)
Para mí, simplemente la mejor película del año. Una vez más se representa el Holocausto con la limitante que el húngaro realizador László Nemes sustrae cualquier artificio o manipulación en una realista puesta en escena sobre un hombre en trance en esa brutal realidad, tratando de encontrar respuesta en la simple sepultura de un cadáver.
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Anomalisa (Charlie Kaufman y Duke Johnson)
¡Una cinta animada dirigida por Charlie Kaufman! La invitación es sugerente. No podríamos haber esperado una mejor entrega con este examen de un ordinario hombre hastiado de su propia cotidianeidad. El desafío de exponer la arrogancia del humano moderno frente a su misma mezquindad resulta verdaderamente fascinante. Vista en Morelia con el propósito de estrenarse en cines el próximo mes de febrero.
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45 Years (45 Años, Andrew Haigh)
Ya habríamos reconocido a Andrew Haigh como un joven director a seguir en películas como Weekend, sin embargo nos sorprendió su madurez a tan temprana edad con este crudo retrato de un perdurable matrimonio (espléndidamente conformado por Charlotte Rampling y Tom Courtney) que celebra un longevo aniversario en donde se revelan secretos. Me pareció más descarnada que Amour de Haneke, si esto puede ser posible. Imperdible.
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Mad Max: Fury Road (Mad Max: Furia del Camino, George Miller)
El aquelarre visual orquestado por el australiano George Miller derivó en un espectáculo aclamado en Cannes. Más que una cinta de acción de verano, esta seudo secuela de la amada franquicia post-apocalíptica ochentera rectificó que Miller sigue siendo un disidente en cuanto a dirigir grandes producciones en Hollywood se refiere.