Solace (En la Mente del Asesino) no logra salvarse ni siquiera por tener en su elenco a pesos pesados como Anthony Hopkins y Colin Farrell, además de los conocidos Jeffrey Dean Morgan y Abbie Cornish en importantes papeles secundarios.
La historia de este proyecto cinematográfico comenzó hace 10 años, cuando iba a ser protagonizado por Bruce Willis con otro director al mando, pero los ejecutivos del estudio decidieron convertirlo en una secuela de la maravillosa Se7en de David Fincher. Esta idea no funcionó y se regresó a lo que era originalmente, para que quedara en las manos del director Afonso Poyart (2 Coelhos).
Solace es una suerte de thriller policiaco, en el que una serie de misteriosos asesinatos provocan que un experimentado agente del FBI busque a un viejo amigo suyo para que le ayude a resolverlos (debido a sus habilidades para ver el pasado y el futuro de las personas). Conforme avanza la cinta, se va desarrollando un duelo de intelectos entre el asesino serial y el hombre al que se ha acudido para llegar a él (aunque esto parece imposible).
La historia se siente incompleta y mal desarrollada debido a sus varios altibajos, no termina de explotar del todo las situaciones que se presentan ni a sus personajes. De igual forma, no es original la noción de tener a un psíquico, vidente o alguien con habilidades similares junto a policías o detectives para atrapar a un criminal. En conclusión, Solace se une a una larga lista de películas que se quedan en un “pudo ser bueno, pero no se logró.»