El cinefotógrafo Emmanuel “Chivo” Lubezki está a un paso de hacer historia. Con su octava nominación al premio de la Academia recién anunciada (por su trabajo en The Revenant) y la amplísima posibilidad de convertirla en su tercer Oscar al hilo, es en él donde están más depositadas las esperanzas de México para la noche del 28 de febrero.
La filmografía del mexicano es bien conocida y aplaudida por memorables logros técnicos como Gravity y Birdman, las dos que le dieron sus anteriores preseas, así como por interesantes e inspirados trabajos con gente como Terrence Malick (The Tree of Life o The New World) y Tim Burton (Sleepy Hollow).
Pero por más que estos títulos estén clavados en la memoria cinematográfica como sobresalientes ejemplos de sus capacidades y sensibilidad, la carrera de Lubezki también ha tocado fondo o se ha visto involucrada en trabajos que no por pequeños u olvidados resultan menos valiosos.
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5) Dr. Seuss’ The Cat in the Hat (Bo Welch, 2003)
Cuando mencioné que Lubezki ha tocado fondo es esta película la que tenía en mente. Supuestamente inspirada en los textos de Dr. Seuss, pero con la construcción visual de un malviaje en ácidos, la anecdotaria historia de un par de hermanos aburridos (Dakota Fanning y Spencer Breslin) y la inesperada visita de un travieso gato que pone sus vidas de cabeza (Mike Myers en uno de sus papeles más irritantes… y eso es decir mucho) es seguramente la película que lo hace renegar cada vez que revisa su CV.
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4) Lemony Snicket’s, A Series of Unfortunate Events (Brad Silberling, 2004)
Contrario al irritante caso de The Cat in the Hat, esta película infantil depende y le debe mucho al trabajo de Lubezki para recrear los desesperanzadores escenarios que habitan los hermanos Klaus, Violet y la pequeña Sunny, recién huérfanos, apenas se enfrentan a su nueva realidad, donde el despreciable Conde Olaf (Jim Carrey en uno de sus personajes más injustamente ignorados) decide tomarlos en adopción. La serie de eventos desafortunados, que inicia con la muerte de los padres de los pequeños, sólo escala con la llegada de Olaf, cuyo único interés para hacerse cargo de los huérfanos es la gran herencia que recién obtuvieron. Una interesante y oscura película infantil, llena de humor negro y visualmente espectacular.
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3) The Birdcage (Mike Nichols, 1996)
El remake estadunidense de la francesa Le Cage aux Folles (Édouard Molinaro, 1978), a cargo del británico Mike Nichols, fue quizá el primer acercamiento de grandes alcances (después de haber sido nominado al Oscar por A Little Princess) que tuvo el mexicano a Hollywood. Aunque es uno de sus trabajos más discretos a la fecha, es también donde empieza a mostrar con contención su obsesión por rodar planos extendidos al servicio de la comedia (como lo hiciera en Birdman), al mismo tiempo que se trata de una divertida y recomendable película de enredos, con un hilarante elenco encabezado por los excelentes Robin Williams Gene Hackman y Nathan Lane.
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2) Reality Bites (Ben Stiller, 1994)
Antes de romper el Internet con la expectativa alrededor de Zoolander 2 o de conseguir que nominaran a Robert Downey Jr. por su extravagante papel cómico en Tropic Thunder, el actor y director Ben Stiller nos entregó una interesante comedia romántica independiente que rápidamente se convirtió en una obra de culto (con tremendo soundtrack noventero) para la denominada generación X. El triángulo amoroso entre una manic-pixie-dreamgirl (aquí la encantadora Winona Ryder), un joven empresario mirrey (el propio Stiller) y un bohemio grunge (Ethan Hawke siendo Ethan Hawke en los noventa) es un encantador retrato de cómo se concebía el romanticismo en aquella época, cómo se veía en trajes con hombreras y camisas de franela, o cómo sonaba a Big Mountain, New Order, Crowded House y hasta La Maldita Vecindad.
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1) Burn After Reading (Joel y Ethan Coen, 2008)
Sin pena ni gloria pero no por ello olvidable, la colaboración de Lubezki con los legendarios hermanos Coen parecía prometer, en la superficie, una de sus obras menores pero el resultado es ejemplar. Aunque distante de los trabajos más profundos, inspirados y crípticos de Ethan y Joel, esta comedia que raya en el slapstick (donde Brad Pitt y George Clooney lucen) muestra la vena artística de la dupla sin filtros y de manera accesible, al servicio de una historia que se sirve del espionaje, las cirugías plásticas, la obsesión con Jamba Juice y en gran medida de un grupo de ineptos capaces de hacer tormentas en vasos de agua. Una maravilla.