Pobre Nicolas Cage, pasan los años y sigue sumido en la mediocridad de cintas olvidables. Cada cinta que estrena (al menos en México, por que en E.U. ya entendieron que sus últimos proyectos no merecen el estreno en salas) nos deja claro que su esperado regreso al buen cine tal vez ya nunca llegue; lo cual es una lastima, por que sin ser Marlon Brando o Jack Nicholson, Cage era un actor con carisma que logró una destacada carrera, sobre todo en los noventa.
En esta ocasión, Cage protagoniza Pay the Ghost (La Maldición de Charlie), film que pretende ser una especie de Insidious (James Wan, 2009), bajo el mando del director televisivo Uli Edel; quien cuenta entre su deshonroso pasado con Body of Evidence (1993), ese ridículo vehiculo para el lucimiento de Madonna que pretendía emular a Basic Instinct (Paul Verhoeven, 1992). Con semejante currículum del director, además de la mala racha del histrión, era obvio que no podía salir nada bueno.
El profesor Mike Lawford (Cage) se ve inmiscuido en una frenética búsqueda, después de que su hijo es raptado durante un carnaval en la noche de Halloween. Así, se sumerge en un oscuro mundo donde nada es lo que parece, los fantasmas y leyendas sobre la festividad de noche de brujas pueden ser reales.
La cinta cuenta con un guión caótico que, hacía su final, se vuelve ridículo y de pena ajena, además de que mezcla diferentes leyendas y clichés del cine de terror. Están las leyendas celtas, la llorona y hasta demonios y brujas; una mezcla extraña que nunca termina de cuajar, y por si fuera poco, la investigación del protagonista es monótona, provocando bostezos durante el desarrollo de la trama.
Nicolas Cage ya parece un robot en sus últimas actuaciones, y aquí no es la excepción; su falta de compromiso y desgano al interpretar personajes intrascendentes le han cobraron una factura muy cara, aquí ya ni siquiera se da el lujo de sus acostumbrados desvaríos interpretativos. Su contraparte femenina, Sarah Wayne Callies (mejor conocida por Prison Break y The Walking Dead), no aporta mucho, aparece y desaparece de la trama de forma arbitraría; eso sí, cuando ambos comparten escena, ella le gana el duelo interpretativo al cabizbajo Cage.
Pay the Ghost es otro olvidable churro para Cage, su terror es nulo y pretende sorprendernos con los típicos golpes de efecto que suelen provocar sobre saltos. Pero nada de eso es suficiente para salvar un proyecto que se queda a medias en todos los aspectos: técnicos, narrativos e interpretativos.