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cinema movil creed filmDos hombres le pegan a la perilla con todo brío y velocidad como parte de su entrenamiento. Uno es un tipo blanco de rostro agotado y avanzada edad, el otro un chico afroamericano con porvenir promisorio. Dos generaciones de boxeadores comparten la rutina.

Este es el planteamiento de Creed (Creed: Corazón de Campeón), la séptima cinta que emerge dentro de la querida saga cinematográfica de Rocky, capítulo que se manifiesta como algo distinto dentro del canon sobre el relato de «triunfo del espíritu» concebido por Sylvester Stallone hace 40 años.

Stallone es una de las figuras más estimadas dentro de la industria cinematográfica, actor quien ha generado dividendos a Hollywood a lo largo de cuatro décadas, resistiendo sendos fracasos,  reinventándose en más de tres ocasiones e incluso con una gran capacidad para autoparodiarse (esa irresistible serie de Los Indestructibles como ejemplo). Sin embargo, las historias alrededor del campeón de Filadelfia se habrían extenuado tiempo atrás, así cada ocasión que Stallone advertía que regresaría como Rocky Balboa (aunque su previa se hubiese vendido con slogans tales como «una úlitma contienda» o «el capítulo final») inmediatamente provocaba suspicacia y risa entre los cinéfilos, los seguidores devotos del personaje de Rocky y las películas deportivas.

Esto cambia hasta que aparecen en escena el director Ryan Coogler y el joven actor Michael B. Jordan, dupla que hace algunos años nos ofreció un conmovedor drama independiente titulado Fruitvale Station (el cual les recomendamos ampliamente). ¿Cuál es la aportación de Coogler a la saga? Practicamente seguir los lineamientos de la clásica película sobre el underdog en el mundo de los deportes, quien enfrenta sus obstáculos físicos y emocionales para finalmente convertirse en el campeón de la contienda.

Se trata de volver a contar la mitología de Rocky pero ahora a través de Adonis Johnson (Jordan), hijo ilegítimo de Apollo Creed, quien es rescatado de un reformatorio por la viuda de éste (la siempre bienvenida Phylicia Rashad) para llevarlo a vivir a una mansión en Beverly Hills. Adonis quiere seguir los pasos de su padre a pesar de que su tutora se opone, por lo que decide entrenar a escondidas. Es aquí donde aparece la figura de Rocky como instructor, rol que se asemeja a lo que hizo Burguess Meredith en la primera. Este no es un Rocky en óptimas condiciones, ese que muestra un asombroso estado físico a pesar de la edad, sino un Rocky cansado y avejentado que funge como maestro mientras vive sus propias crisis personales y físicas.

La virtud de Coogler es la de narrar con pericia y humor una historia ya conocida por todos, además de infundir realismo en el típico melodrama deportivo, algo que no era una empresa fácil. Probablemente este resultado, así de sencillo como suena, le otorgará su primer Oscar a Stallone. ¡Las extrañezas del mundo del cine!

En Cartelera: Viernes 29 Enero 2016: Cinépolis, Cinemex