La dupla Steven Spielberg/Tom Hanks regresa con una sugestiva cinta titulada Bridge of Spies (Puente De Espías) y, para ser honesto, creo que no se le puede criticar mucho a este trabajo que representa la película número veintisiete en la filmografía del director y su cuarta colabotación con Hanks (después de Saving Private Ryan, Catch Me If You Can y The Terminal).
Bridge of Spies es mero entretenimiento, efectiva y puntual pero recurriendo a las habituales y probadas tramas que corresponden a ese rubro que hemos titulado «el triunfo del espíritu.»
El año es 1957, justo en el delirio de la Guerra Fría, cuando el abogado James B. Donovan (Hanks) es delegado a defender al Coronel Rudolf Albert (Mark Rylance), un espía soviético encubierto en Brooklyn quien aparenta vivir de forma sosegada pintando óleos en casa. Donovan ha sido asignado a una tarea nada popular, lo que lo llevará a ser agredido y repudiado por la comunidad (¿cuántas veces hemos visto esa situación en cintas patriotas americanas?); sin embargo nuestro legista logrará que sólo se impresione a Albert argumentando al juez que también se trata de un ciudadano devoto a su nación (¡sin comentarios!), y de esta forma evitar que el procesado sea condenado a muerte.
A la par, un piloto norteamericano (Austin Stowell) es derribado en territorio soviético para posteriormente ser enjuiciado y condenado, así los dos bandos poseen procesados de interés y un trueque entre las naciones suena como el paso más conveniente a seguir. Es aquí donde ese sencillo abogado de seguros se convierte en un actor protagónico en este juego de espías.
El guión es de la autoría de los hermanos Coen y Matt Chapman, quienes se basaron en el libro Strangers On a Bridge, el cual recolecta los acontecimientos sucedidos. Aunque el libreto posee gestos de sutileza e incluso de un humor de buen gusto, es la común realización y previsible puesta en escena lo que transforma a Bridge of Spies en otra película «correcta»de Spielberg.
Insisto, no hay mucho que acotar sobre esta producción, tiene los elementos adecuados para cumplir como entretenimiento para toda la familia. En lo personal encuentro un tanto tedioso experimentar la misma historia patriota una y otra vez, acompañado de esa melosa música (en esta ocasión de Thomas Newman, sustituyendo al frecuente John Williams) y con ese rostro compungido de Hanks (haciendo su mejor imitación de Henry Fonda o Jimmy Stewart como prototipos del hombre justo americano) apelando a la condolencia de la audiencia.
Lástima que se cuenta con la participación del británico Mark Rylance, probablemente el mejor actor teatral de su generación, en un rol que saca adelante a pesar de las limitantes que ofrece la apreciación de Spielberg sobre los hechos. Bridge of Spies es el ejemplo claro de una película correcta y de impecable producción que no corre ningún tipo de riesgo.
En Cartelera (Re-Estreno): Viernes 5 Febrero 2016: Cinépolis, Cinemex.