Ya es casi una utopía pedir que una película de terror actual nos sorprenda o que al menos cumpla los aspectos básicos del género. Los estudios de Hollywood realizan cintas de suspenso que venden como si fuesen de terror, aunque claramente las tramas se acercan más a los thrillers psicológicos. La nueva cinta de Isla Fisher, Visions (Yo Vi al Diablo), es un thriller con tintes sobrenaturales, pero no un film de terror como sus avances prometían.
La joven Eveleigh (Fisher) se muda junto a su esposo David (Anson Mount) a un viñedo que acaban de comprar. Anteriormente ella sufrió un accidente automovilístico que le dejó algunas secuelas psicológicas, pero ahora está embarazada y tiene que seguir adelante. Algunas visiones extrañas comienzan a acechar a la joven, la razón bien podría ser una historia violenta que se vivió en la campiña en la que ahora viven.
Visions guarda varias similitudes con Jessabelle (2014), la cinta anterior de su director Kevin Greutert. Ambas tienen estructura de thriller con algunos sobre saltos muy típicos, una historia medianamente entretenida, y un giro final que – sin ser nada del otro mundo – puede sorprender a más de uno.
Si algo tiene Greutert es que técnicamente es bastante capaz, sobre todo para retratar cuadros vertiginosos. En Visions pone al servicio de la historia esa capacidad para crear imágenes impactantes, representada en las visiones de la protagonista; desgraciadamente el aspecto visual no logra equipararse al narrativo, pues la historia no tiene sustancia o trascendencia. Los sobresaltos provienen de clásicos trucos de edición o sonido; sólo hacen que los espectadores menos curtidos en el terror salten de sus lugares.
Al menos el giro final es un pequeño esfuerzo para sobresalir de las típicas cintas de horror directas a video, mientras que la presencia de Isla Fisher es otra virtud; sin ella sería peor. Jim Parsons (Sheldon en The Big Bang Theory), por cierto, tiene un papel que se siente bastante fuera de lugar en una historia de estas características.