Parece que The Walking Dead optó por continuar experimentando en «The Next World», el décimo episodio de una rampante sexta temporada que ha dejado a más de uno boquiabierto.
En esta ocasión, si bien nuestras expectativas – que oscilaban en un capítulo tranquilo y genérico – se cumplieron, el estilo utilizado y las nuevas relaciones fueron la sorpresa de la noche.
La mayor parte del episodio utiliza un humor particularmente negro – casi absurdo -, hilarante en su aplicación. Para muestra de ello, nuestras sospechas sobre la relación entre Michonne y Rick durante los primeros segundos. La situación entera es una broma, de buen gusto, eso sí, pero el hedor satírico marea cuando todo el mundo exterior se ha derrumbado y la disputa matutina en Alexandria es por una pasta dental.
De ahí vamos a las extrañas peticiones de la médico (no tan) amateur, Denise, quien le pide una Crush a Daryl como parte de su inventario de búsqueda de suministros. Hay que destacar que han pasado alrededor de dos meses desde el asalto masivo a Alexandria, por lo que sus habitantes han tenido tiempo para despabilarse tranquilamente; de ahí que sus preocupaciones caigan en lo trivial.
Por otra parte, la búsqueda de suministros de Daryl y Rick es la cumbre de lo absurdo – pero, reiteramos, divertido – en «The Next World.» Un camión repleto de comida que les es arrebatado de la manera más disparatada, a causa del Crush que se convirtió en el Santo Grial de la noche, y que es el motivo por el que conocemos a Paul «Jesus» Monroe, un personaje que le causa el más estúpido dolor de cabeza al policía y cazador; pero quien sospechamos será de gran trascendencia en posteriores capítulos por sus sorprendentes habilidades y sospechoso origen.
Después de la extraña sesión de redención de Spencer junto a Carl y Michonne, es la relación de esta última con Rick algo que parece sacado de la manga. Han pasado dos meses ya desde que Rick vio a Jessie ser devorada y tuvo que cortarle el brazo pero aun así, es demasiado espontáneo. Los productores se quedaron sin relaciones fuertes que romper, y este es un desesperado recurso que les servirá para la muerte obligada en algún final de temporada.
Genérico en demasía y apenas compensado por un particular sentido del humor, este episodio apenas sale del conjunto que comúnmente calificaríamos como «de relleno», y su plot twist final es lo suficientemente llamativo para esperar el siguiente episodio. Vamos, no esperaban otro «No Way Out», ¿o sí?