Ahora que Divergente la serie: Leal (The Divergent Series: Allegiant) lleva unos días en cartelera, parece un buen momento para hacer un breve repaso por algunas de las peores películas que se han hecho hasta ahora a partir de exitosas novelas juveniles que simplemente carecieron de buena calidad en sus versiones cinematográficas a pesar de los esfuerzos por conseguir un resultado que realmente tuviera algo que aportar.
Franquicias como las de Harry Potter y Los juegos del hambre (The Hunger Games) son claros ejemplos de lo que pasa cuando se hacen bien las cosas al momento de adaptar al cine un libro dirigido al público joven, pero no todas las cintas de este tipo resultan en lo mismo y los siguientes casos son de lo peor que hemos visto al respecto durante los últimos años.
Toda la saga Crepúsculo (Twilight), del 2008 al 2012, Dir. Catherine Hardwicke, Chris Weitz, David Slade, Bill Condon
Es cierto que esta saga fue todo un éxito alrededor del mundo y que incluso ayudó a catapultar las carreras de sus protagonistas; sin embargo, eso no necesariamente la hace buena. Vampiros que salen de día -además de que brillan, juegan béisbol cuando hay tormentas y son todo menos criaturas oscuras-, un triángulo amoroso aburrido en el que una adolescente se debate entre un hombre lobo y un vampiro, una trama sin sentido y mal desarrollada por dondequiera que se le vea, malas actuaciones y personajes a los cuales les hace falta algo más para realmente ser atractivos; así pueden resumirse las cinco entregas de Crepúsculo.
Soy el número cuatro (I Am Number Four), 2011, Dir. D.J. Caruso
Un adolescente extraterrestre que está establecido en la Tierra, viaja de un lugar a otro para evitar que alguien descubra su verdadero origen y mantenerse a salvo. Todo cambia para el protagonista a partir de que le suceden dos cosas: se enamora perdidamente de una joven que llama su atención desde que la conoce, lo cual es todo un cliché de esta clase de historias, y es encontrado por algunos miembros de otra peligrosa raza alienígena que tiene la misión de exterminarlo. Se trata de una mal lograda combinación de ciencia ficción, acción y romance juvenil.
La huésped (The Host), 2013, Dir. Andrew Niccol
Adaptación cinematográfica de otra novela escrita por Stephenie Meyer, autora de Crepúsculo, quien en esta ocasión cambia a los vampiros y los hombres lobo por parásitos conocidos como “almas” que invaden la Tierra para sustituir a la raza humana. Aquí la trama va más o menos así: un alma, llamada Wanderer, controla a una joven humana, Melanie, pero la huésped se niega a ceder y lucha, lo cual causa que ella y la invasora en su cuerpo se unan de cierta forma, mientras ambas están enamoradas del mismo hombre. Así que tenemos a dos personajes femeninos diferentes viviendo en un mismo cuerpo y deseando quedarse con el amor de la misma persona.
Cazadores de sombras: Ciudad de hueso (The Mortal Instruments: City Of Bones), 2013, Dir. Harald Zwart
Una adolescente aparentemente normal, que obviamente resulta no serlo, descubre quién es en realidad y se vuelve parte de un mundo en el que un grupo de guardianes, conocidos como los “cazadores de sombras”, se encarga de acabar con los demonios que andan sueltos y representan una amenaza para todos. La película se desarrolla en base a la premisa de chica común que tiene cierto presentimiento sobre su vida y que luego se da cuenta que existe una verdad oculta que pocos conocen. A esta cinta no le fue bien y en lugar de que se confirmara alguna secuela, se decidió reiniciar la saga en forma de una serie de televisión.
La quinta ola (The 5th Wave), 2016, Dir. J Blakeson
Otra historia de amor adolescente, y mal contada, aderezada con algo de acción y un toque de ciencia ficción con una invasión extraterrestre incluida. En medio de la inminente aniquilación de la humanidad a manos de unos invasores que se encuentran a punto de lanzar su último ataque, una joven debe buscar a su hermano menor para mantenerlo a salvo debido a que se trata de la única familia que le queda. Durante su largo y arriesgado viaje, tal como todos lo esperarían, la protagonista también es parte de un obligado dilema amoroso.