A unos meses de haber sido testigos del final regular que tuvo la saga de The Hunger Games en el cine, ha llegado el momento de conocer la primera parte de la conclusión de otra popular saga cinematográfica inspirada en novelas juveniles, en este caso las de la autora Veronica Roth.
Una vez más con la joven actriz Shailene Woodley en el papel protagónico como Tris, la tercera parte de Divergente (Divergent) nos lleva a un futuro distópico en el que la sociedad ha sido dividida de acuerdo a las características de cada individuo en diversas facciones, mismas que ahora han dejado de existir tras el descubrimiento de una verdad que conocimos al final de la tercera entrega de la saga.
Lo que antes era una sociedad dividida en cinco facciones, se ha convertido en una con dos bandos: uno sediento de venganza contra aquellos que tenían el control en el sistema anterior y que busca imponerse cueste lo cueste, y otro que quiere arreglar las cosas evitando caer en los mismos errores que se cometieron en el pasado. Ante una inminente guerra civil entre las dos partes que buscan tener un nuevo orden, la protagonista está más interesada por viajar al otro lado del muro que divide a su hogar del resto del mundo con la intención de saber más acerca de quiénes están en ese alejado lugar y de las razones que tuvieron para dejar que pasara todo lo que ha ocurrido en el sitio en el que ella ha estado toda su vida.
Divergente La Serie: Leal marca el principio del fin de la historia de Tris y la coloca en una nueva situación más complicada, para seguir desarrollando una trama que por momentos se enreda bastante y que en otros resulta muy predecible sin lograr mantenerse estable en algún punto. Tal como ha pasado con heroínas similares, como Katniss de The Hunger Games, Tris debe tomar decisiones importantes en la búsqueda de conseguir un bien común para todos y alzarse como un símbolo de esperanza aunque no esté tan convencida de hacerlo. Sí, la cinta está llena de los clichés ya característicos, aunque tan innecesarios, de esta clase de películas.
Las actuaciones podrían ser definidas como cumplidoras; Shailene Woodley todavía no acaba de sobresalir como la heroína de la saga, siendo que es en ella en quien recae principalmente el peso de todo lo que sucede. En lo que se refiere a los efectos visuales por momentos se siente que se abusa del uso de estos y los escenarios no llegan a lucir lo suficientemente reales. El guión cubre los puntos que debía y así dejar todo listo para la conclusión que llegará el próximo año; es justo decir que hay más acción que en otras producciones dirigidas al mismo público, de hecho esto ayuda a que la película sea un poco más entretenida.
Al final, Divergente La Serie: Leal emocionará a los fans de la saga que la han seguido desde un inicio y que incluso han leído ya todos los libros, pero es algo difícil que la disfrute de la misma forma alguien que no sabe de qué van sus entregas anteriores; en resumen, es una cinta hecha para los fans de Divergente.