*SPOILERS A CONTINUACIÓN*
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“Jon Snow está muerto”, es lo que se escucha en voz de Ser Alliser Thorne en los primeros minutos de “The Red Woman”, el esperado inicio de la sexta temporada de Game of Thrones.
Mucho se ha especulado sobre el destino del bastardo de Ned Stark, pero este episodio se aleja de teorías y simplemente nos lleva a una situación terrenal: las consecuencias tras el violento acto que cometió cierto sector de la Night’s Watch en contra de su comandante. Davos, el lobo Ghost y un puñado de fieles seguidores de Snow mantienen a salvo el cadáver del hombre que pagó caro romper con la tradición y dejar entrar a los salvajes; aunque estos últimos bien podrían convertirse – en un movimiento que luce interesante -, en defensores de Snow para contrarrestar a un Throne impaciente y sediento de más sangre.
“The Red Woman” también explora las consecuencias de otro par de muertes ocurridas en la temporada pasada: la joven amante de Ramsay Bolton y, una vez que dejamos el Norte para regresar a King’s Landing, la otrora princesa Myrcella, quien no logró regresar con vida a la capital tras su estancia en Dorne a pesar de los esfuerzos heroicos de su “tío” Jaime Lannister.
Por un lado, al joven Bolton no le ocupa tanto el deceso de una de sus novias sino la huida de Sansa Stark y Theon Greyjoy, algo que significa un golpe severo para los desolladores en su misión de controlar el Norte; y para Ramsay la amenaza creciente de no retener su título como heredero. Sansa – al aceptar por fin ser protegida por Brienne -, es parte del momento más satisfactorio del capítulo, el cual incluso le regresa a Theon algo de su pasado como guerrero. Al menos por ahora el panorama para volver a capturar a este par luce un tanto más complejo para el bastardo Bolton.
En King’s Landing, la muerte de Myrcella hace que Cersei recuerde la profecía de aquella bruja, así como las palabras de Jaime tras la muerte de su padre Tywin (ambas referencias al primer capítulo de la temporada pasada), y así todo parece indicar que vienen tiempos dolorosos para los hermanos/amantes Lannister. El hecho de que en Dorne se viva un sangriento cambio en el poder, dejando atrás el pacifismo de Doran Martell, no ayuda en nada al panorama de los leones. Sin duda Cersei se lleva el lado emocional de “The Red Woman”, al recordar a su hija como un alma pura, lejos, muy lejos del monstruoso Joffrey o de ella misma.
En el otro lado del mundo, “The Red Woman” no ofrece más que un breve vistazo a los personajes centrales sin avanzar realmente en la narrativa (no se ve para cuando el Este llegará a Westeros): Tyrion y Varys pensantes en el Meereen post-Daenerys; la propia madre de los dragones detenida indefinidamente con una horda Dothraki (a su vez que los dos hombres que la aman, Daario Naharis y Jorah Mormont, siguen sus pasos); y Arya Stark en Braavos, iniciando lo que bien parece ser otro capítulo de su doloroso “entrenamiento.”
“The Red Woman” supone un sólido debut y, al ver esa última e intrigante imagen referente al título, sabemos que cualquier cosa puede pasar con el comandante de la Night’s Watch en un mundo mágico como el creado por George R.R. Martin.
