La historia de Hugh Jackman es clara prueba de que cada persona tiene un destino muy específico, el de él era convertirse en estrella de Hollywood. Corría el año de 1999, Bryan Singer tenía a Dougray Scott como Wolverine para su primer película de los X-Men, pero el actor decidió mejor ser el villano en Mission: Impossible 2 (John Woo, 2000) lo que dejó el papel abierto. Singer buscó a Russell Crowe, quien a su vez le aconsejó que casteara a un compatriota suyo, desconocido en el mainstream; su nombre: Hugh Jackman, un versátil actor de teatro musical que inmediatamente encantó al director y de ahí, lo demás es historia.
Tal vez el talento de Jackman no se ha explotado en pantalla las veces suficientes, en gran parte por que más de la mitad de su carrera se ha dedicado a filmar películas de los X-Men, pero aún así, son varios los proyectos en lo que ha demostrado su extraordinaria calidad actoral. En Cinema Móvil recapitulamos lo mejor de su filmografía.
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5) The Fountain (Darren Aronofsky, 2006)
Tomas (Hugh Jackman) realiza dos viajes: uno al pasado, a la España del siglo XVI, y otro al futuro, al siglo XXVI. Su objetivo es salvar la vida de su esposa enferma de cáncer, pero para ello tendrá que encontrar el legendario árbol de la vida cuya savia proporciona la inmortalidad.
Una cinta muy controvertida, odiada por muchos, amada por otros, estéticamente impecable pero desigual en su narrativa. No hay duda que es confusa y demasiado pretenciosa, pero en el fondo es una gran película, que con los años ha ganado adeptos. Es una historia de amor inmortal, donde el australiano demostró por primera vez que puede ser más que Wolverine en el cine, al realizar maravillosamente tres papeles y demostrar esa versatilidad que alguna vez le dijo que tenía Russell Crowe a Bryan Singer.
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4) X- Men 2 (Bryan Singer, 2002)
Los mutantes son seres humanos con alguna variación genética que les dota de características especiales, lo que los convierte en la minoría más perseguida del mundo. Por ese rechazo el profesor Xavier crea una escuela especial para estos mutantes. El rechazo hacia los mutantes aumenta todavía más cuando uno de ellos perpetra un ataque contra el presidente de los Estados Unidos, lo que da lugar a una caza contra ellos y al reforzamiento de la “Mutant Registration Act”, cuyo líder, William Stryker, se propone eliminarlos uno por uno.
Esta es la mejor de las cintas del grupo de mutantes, donde una vez más Wolverine es el amo de la función. Su discurso social es claro y se convierte en una de las pocas secuelas que superan a la original. Es un gran espectáculo que conecta con el público por su estupendo guión y lo cuidado de sus personajes.
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3) The Miserables (Tom Hopper, 2012)
El ex presidiario Jean Valjean (Hugh Jackman) es perseguido durante décadas por el despiadado policía Javert (Russell Crowe). Cuando Valjean decide hacerse cargo de Cosette (Amanda Seyfried), la pequeña hija de Fantine (Anne Hathaway), sus vidas cambiarán para siempre.
Una adaptación más del famoso relato de Víctor Hugo, en esta ocasión en forma de musical basado en la exitosa puesta en escena de Broadway. Cuenta con un impresionante diseño de producción, similar a los grandes clásicos mastodónicos del Hollywood antiguo. Jackman realiza una de las mejores actuaciones de su carrera y se apropia totalmente de la pantalla, demostrando por qué era uno de los grandes actores del teatro musical de su natal Australia.
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2) The Prestige (Christopher Nolan, 2006)
Estamos en Londres a finales del siglo XIX, dos jóvenes ilusionistas se proponen alcanzar la fama a costa de lo que sea. Robert Angier (Hugh Jackman) es un famoso mago que ya lo tiene todo, mientras tanto, Alfred Borden (Christian Bale) es una gran mente creativa, pero carece de la habilidad necesaria para ejecutar en público sus mágicas ideas. Al principio son compañeros y amigos que se admiran mutuamente. Sin embargo, cuando el mejor truco ideado por ambos fracasa, se convierten en enemigos irreconciliables: cada uno de ellos intentará por todos los medios superar al otro y acabar con él en todos los sentidos.
Este es un thriller fuera de lo común, que se desarrolla de la misma manera como si fuera un truco de magia, ya que Christopher Nolan se toma su tiempo para establecer las bases de su historia y la va llenando de estupendos giros arguméntales que concluyen con el máximo truco dentro de la historia y del guión mismo. Hugh Jackman demuestra aquí un lado más enigmático y elegante del que había demostrado a la fecha, y se enfrasca en un gran duelo de actuación con Christian Bale, que aunque este último gana ligeramente la partida, Jackman no desmerece para nada.
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1) Prisoners (Denis Villeneuve, 2013)
Keller Dover (Hugh Jackman) se enfrenta a la peor de las pesadillas: Anna, su hija de seis años, ha desaparecido con su amiga Joy y, a medida que pasa el tiempo, el pánico lo va dominando. Desesperado, decide ocuparse personalmente del asunto. Solo con la ayuda de un joven detective (Jake Gyllenhall) sigue un camino de autodestrucción que mostrará hasta dónde puede llegar un padre por su hija.
El mejor thriller del 2013; densa, oscura, triste, una cinta que toma por sorpresa a cualquier espectador, pues su desarrollo es atípico y nada predecible. Jackman se sale por completo de su zona de confort y, me atrevería a decir, realiza su mejor papel hasta la fecha como un padre afligido, entregando alma y corazón.