La mofa televisiva de la clase media estadounidense en las sitcom ha sido tan amplia y recurrente que ya no sorprende. Por ello es que The Ranch resulta tan innovadora, al ironizar sobre las costumbres de la población sureña, pero enalteciendo sus virtudes; maneja todas las convencionalidades de un sitcom, pero no se siente desgastada (a menos que te avientes la temporada en una sentada); y, sobre todo, al presentar situaciones hilarantes que no podrían serlo sin contar con otro reparto, cuidadosamente seleccionado.
Tras una ausencia de 15 años, el exjugador de americano Colt Bennett (Ashton Kutcher) regresa de Canadá a la hacienda familiar Iron River Ranch, con la intención de hospedarse momentáneamente mientras realiza una prueba para jugar en un equipo local. Sin embargo, al ver los apuros en los que el necio de su padre Beau (Sam Elliott) y su sarcástico hermano Rooster (Danny Masterson) se encuentran para salvar al rancho de la quiebra, decide quedarse.
Aunque el argumento puede sonar demasiado serio, la situación se ve nivelada al convivir con otras, como el riesgo de divorcio que el reacio jefe de familia, Beau, tiene con su esposa Maggie (Debra Winger), y el viejo amor que Colt encuentra a su regreso (Abby, interpretada por Elisha Cuthbert); y no porque sean escenarios menos abrumadores, sino porque los personajes, tan ingeniosamente delineados, fortalecidos con diálogos risibles y nada forzados, dan un material disfrutable, con un humor negro dosificado y sin tantas bromas locales como se podría esperar.
Los actores elegidos para dar vida a los personajes encajan perfectamente en ellos, específicamente en los casos de Beau (Sam Elliott) y Rooster (Danny Masterson), ya que ambos están encarnados por unos histriones que pueden pasar por el típico redneck sin problema alguno, con todo y acento incluido. Pero también ofrecen una versión fresca de ellos, estereotipada pero moderna, si cabe el término, y tienen una dinámica magnífica en pantalla, que puede sacarle una carcajada tras otra al espectador.
A pesar de la risible manera en la que se presenta la nueva serie de Netflix, tiene fuertes mensajes sobre la familia y el trabajo, no solamente enalteciendo la labor de la clase trabajadora sureña, sino también ironizando sobre el típico hombre citadino con mínima visión focal como es Colt, el personaje interpretado por Ashton Kutcher, y quien sorprendentemente puede llegar a perder presencia ante sus compañeros de escena. Sin embargo, los personajes en conjunto tienden a lograr una gran armonía cómica.
Hilarante, con un magnífico reparto, gran soundtrack donde el country es la constante, e incluso dosis decentes de suspenso para esperar una segunda temporada, The Ranch se encarga de satirizar sobre la pereza en la que ha caído gran parte de nuestra generación, habituada a vivir y depender de sus padres hasta edades inimaginables en otras épocas, y con una serie de hábitos que repugnan a personas cuya vida ha transcurrido en el campo. El único defecto de la nueva producción de Netflix quizá radique en que termina siendo repetitiva, aunque en una medida tolerable tratándose de un sitcom, por lo que recomendamos dosificar los 10 capítulos de esta temporada.