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“……Hay de melodramas a melodramas…”

Empecemos por uno los deslices en este género que se ha presentado de la sección oficial de Cannes 2016.

La película francesa se titula Mal De Pierres (From the Land of the Moon en inglés) y cuenta con la presencia de intérpretes galos tan populares como Marion Cotillard (en partida doble en el festival gracias a su intervención en la película de Xavier Dolan) y Louis Garrel.

Bajo la dirección de Nicole García – quien retorna a La Croisette diez años después de haber presentado Charlie Says -, Mal De Pierres sigue a Gabrielle (Cotillard), joven quien en la década de los cincuenta no encuentra su lugar en el mundo al tener un carácter impulsivo y romántico que alimenta leyendo a Emily Bronte y fantaseando con su maestro en turno del colegio. Las costumbres típicas de la sociedad en ese momento la presionan a contraer nupcias con un catalán (el talentoso Alex Brendemuhl), suceso que no le impide seguir idealizando una vida sexual imaginaria con quien ella considera «el hombre perfecto.» Su ingreso a una casa de retiro de rehabilitación la lleva a conocer al teniente Andre Sauvage (Garrel) de quien quedará enamorada.

Aunque la puesta en escena de García deriva en una cinta espléndidamente realizada, es el trillado relato lo que convierte a Mal De Pierres en una tediosa función. Cotillard infunde su característico tono vehemente en el rol de Gabrielle mientras que Garrell permanece como un arquetipo glacial como su objeto del deseo; es Brendemuhl quien logra matizar su invariable personaje a pesar de lo dictado por el libreto.

Hacia el final, hay una «vuelta de tuerca» en la historia que pretende sorprender al aburrido espectador, terminando por ser una especie de El Sexto Sentido para hastiadas amas de casa que desayunan a las once con amigas. La idea de la disertación que la felicidad está justo enfrente de nosotros pero nos negamos a verla, está erróneamente abordada en esta interminable cinta.

Lo opuesto sucedió esta mañana con la función de Julieta de Pedro Almodóvar, basada en tres cuentos cortos de Alice Munro con la idea original de rodarse en idioma inglés. El director manchego presentó un estudio sobre el amor materal, con el cual regresa  al terreno que conoce a la perfección: la psique de la mujer.

Es una de las anécdotas más convencionales que le hemos visto al director en los últimos años, sin embargo es evidente la seguridad que siente al aproximarse a la imagen femenina, sobre todo aquella de la madre dispuesta a sacrificarlo todo por el bienestar de su hija.

Julieta es interpretada por dos actrices en dos distintos tiempos. Adriana Ugarte (popular por el serial El Tiempo Entre Costuras) caracteriza el rol protagónico en su juventud mientras que Emma Suárez lo hace en la edad adulta.

Probablemente la historia se entienda como una de las más sencillas producidas por el realizador  pero precisamente ahí radica su solidez. Lacónica y sobria, Julieta cumple con la propuesta de Almodóvar incluso recubriendo algunos evidentes huecos en la lógica de la historia. Arrancó aplausos en la función de prensa.