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Sabrás Que Hacer Conmigo Cinema MovilÉl, un fotógrafo que padece epilepsia. Ella, una mujer que convive con la depresión y las tendencias suicidas de su madre, provocadas por la muerte de su hermano mayor, 17 años atrás. Dos personas que, a pesar de sus pulsiones, son incapaces de relacionarse cancelando automáticamente aquella imagen idílica que se tiene del encuentro fortuito. Así delinea a su pareja protagónica la directora Katina Medina Mora para su segunda película, Sabrás qué hacer conmigo, posterior a LuTo (2013) con la cual hacía la crónica del inevitable ocaso de un romance cualquiera que ocurría con la ciudad como marco.

A propósito del estreno de Sabrás qué hacer conmigo este fin de semana, conversamos con su directora, así como con las actrices Ilse Salas y Rosa María Bianchi, acerca de la manera en que tópicos como la muerte y el dolor sirvieron para construir el mensaje de la obra, la metodología íntima de trabajo que emprendieron y la importancia de darles mayor visibilidad a los guionistas.

Cinema Móvil: ¿Dónde reside el interés de contar e interpretar historias con temáticas como lo efímero de las relaciones, el vacío emocional o el aislamiento?

Katina Medina Mora: “Yo hago películas que me gustaría ver. Sin compararme, me gusta el cine francés, me gusta sufrir, que me dejen un hueco en el estómago, que haya cierta reflexión, ojalá pueda acercarme a eso. Pero hay una parte que a mí me parece importante: el tocar las fibras y emociones humanas, somos muy complejos, hay mucho dolor en la vida de las personas en general, y me parecía importante tocar esto pero desde un punto de vista hacia el estar lúcidos, despiertos, hacia poder seguir adelante y cómo uno elige vivir, abrirse al amor y salir de ciertos dolores”.

Ilse Salas: “Elegí esta historia ya que me pareció importante averiguar por qué muchas veces estamos viviendo sin darnos cuenta de cómo lo estamos haciendo, o sea, sólo respirando, pasando el día a día, sin apreciar las cosas por miedo a sentir, emocionarnos, entregarnos, y estos personajes por distintas razones tienen mucho miedo. Entonces me gusta que una forma de salir de ese hoyo, porque sí lo considero un hoyo oscuro el vivir así, negado a tus emociones es a través del amor, tanto la relación con la madre, como con el hombre que conoce. Se escucha como un cliché pero no hay nada más cierto, o sea, encontrarte con alguien luminoso que te toma de la mano, es de las cosas más chingonas que te pueden pasar”.

Rosa María Bianchi: “A mí me gusta en el cine y en el teatro sobre todo, que es donde más se puede explorar, el hablar de las complejidades humanas, hablar de lo que somos en realidad, no de lo que parecemos ser o de lo que queremos mostrar. Me acuerdo un diálogo en la película cuando mi personaje está en el hospital y le dice al personaje de Ilse que le traiga ropa para salir y regresar a casa, y ella pregunta, ‘¿Para qué quieres la ropa si estás saliendo de una crisis?’. Y es eso, el personaje debe de aparentar que está bien ante los vecinos cuando está pasando un infierno. Entonces el hablar de lo que realmente nos pasa, de lo que nos duele, de lo que sufrimos, y también de lo que gozamos y de lo felices que podemos ser, es eso lo que te gusta como actor”.

Cinema Móvil: El otro tópico que aborda Sabrás qué hacer conmigo es el duelo y cómo cada persona elige llevarlo, ¿cómo se fue insertando en esta historia de desamor?

Katina Medina Mora: “La parte inicial era que el personaje de Ilse tuviera una situación familiar emocionalmente compleja, esto era algo que estaba en el guión. Y a la hora de trazar la historia con las guionistas [Emma Bertrán y Samara Ibrahim], nos dábamos cuenta cómo podíamos llevar a un límite una relación entre madre e hija y lo que nos venía a la mente era la muerte de alguien cercano, con cual me parecía muy interesante el ver cómo lo vive cada una, es distinto perder un hermano que a un hijo, hay incluso un diálogo del personaje de Ilse que me gusta mucho, en el cual le reclama a la madre ‘Nunca te has detenido a pensar qué me pasa a mí, mi papá se fue, mi hermano murió, y tú no estás’.

Entonces al final sí, se volvió una película que habla mucho sobre el duelo y de cómo de pronto no sabes dónde acomodarlo, y eso nos ayudaba mucho a tener a estos dos personajes complejos, así como para dar el mensaje que yo quisiera que se quedara: ver la parte positiva por más dolor que haya, que existe toda una parte linda en el amor, en las relaciones personales y en uno mismo, Ilse lo describió el otro día muy bien, también hay muchos viajes que te tocan hacer solo”.

Cinema Móvil: En LuTo optaste por narrar la ruptura de aquella relación de manera no lineal, ahora decides describir el encuentro entre los personajes y sus primeros acercamientos malogrados desde dos ópticas en disparidad una de la otra, ¿de dónde surge esta elección narrativa?

Katina Medina Mora: “Fue un poco sin querer. Teníamos la historia de forma cronológica pero se volvía algo muy plano, si tú conocías a Isabel [el personaje que interpreta Ilse Salas] desde el minuto cinco de la película se volvía una película de sucesos. Cuando Emma Bertrán surge con la idea de hacer esta estructura y empezamos a analizarla, decíamos que hay un misterio que se guarda sobre el personaje que al inicio a la gente hasta le cae mal, no lo entiende, y hasta cuando ve su historia puedes tener empatía por ella y terminas adorándola; esta estructura nos daba este juego.

Y me parecía importante porque eso lo hacemos mucho en la vida, creo que juzgamos mucho a la personas por un primer encuentro, no sabemos de dónde viene la gente, no sabemos qué han sufrido, ahí está el diálogo de Isabel cuando le recrimina a Nicolás [el personaje interpretado por Pablo Derqui]  ‘¿Cuántos muertos tienes tú? ¿Cómo puedes hablar de la muerte, desde qué lugar hablas de la muerte?’. Me parecía muy lindo poder plasmar eso.”

Cinema Móvil: Tengo entendido que así como ocurría con LuTo, en Sabrás qué hacer conmigo hay brotes de autobiografía en el guión, ¿cómo filmar situaciones que te atañen?

Katina Medina Mora: “Esta película no era tan autobiográfica, habían temas que a mí me interesaban mucho contar y de pronto se volvió catártica porque viví un duelo muy fuerte antes de filmar, entonces yo podía hablar de lo que es perder a alguien. Sí, hay que mantener la objetividad, pero hay una parte donde estábamos sufriendo todas juntas, veía a Ilse llorando en el monitor y yo también lloraba, había una parte muy vívida ahí, Rosa María leyó una carta que escribió mi tía cuando murió su hijo, que también fue un momento muy fuerte. Entramos al universo de la realidad”.

Cinema Móvil: Recuerdo que cuando presentaste tu película anterior comentaste que la metodología de trabajo que empleaste fue basada en la improvisación, sin un guión como tal y filmando en escasos días, ¿cómo fue en esta ocasión?

Katina Medina Mora: “¡Fue todo lo contrario! Todo lo que la regué en LuTo aquí lo hice al revés, no vuelvo a improvisar así. Me parece que el guión es todo en una película y es una delicia tener un guión sólido del cual te apoyes, que después salgan cosas espontáneas con los actores en los ensayos está bien, pero tener una guía a prueba de balas me parece importantísimo. Creo que el trabajo que hicimos fue muy rico, ensayábamos en la casa de Rosa María, era algo muy íntimo con las tres solitas haciendo escenas que no estaban escritas pero que nos servían de antesala para llegar a cierta emoción.

Recuerdo ejercicios donde salieron cosas preciosas que yo ni siquiera había visto en el guión, donde de pronto algo decía Rosa María o algo hacía Ilse, y exclamábamos ‘¡Claro, por eso cuando la madre le prepara los hot cakes a la hija es tan importante, a ella le encantaba cocinar!’, y son cosas que surgen no de leer el guión sino de hacerlo, además de tener a dos actrices que se comprometieron con sus personajes como lo hicieron ellas. Entonces entramos en un universo delicioso de trabajo, yo siempre he dicho que lo más lindo de dirigir es cuando los actores te sorprenden con algo que no habías visto y funciona increíble y eso pasó todo el tiempo aquí”.

Cinema Móvil: Si bien tú eres su autora, le das la historia a reescribir a dos guionistas, ¿por qué se da esta colaboración?

Katina Medina Mora: “Yo no sé escribir y lo entendí hace unos años. Ahora que hago una dupla con Emma Bertrán quien me parece la mejor guionista que conozco ya que yo le digo lo que quisiera ver y ella lo vuelve poesía; y con la cual inclusive ya tengo una siguiente película, creo que hay que darles más visibilidad a los guionistas. Aquello de ‘Escrita y Dirigida por…’ y el ego está bien, pero zapatero a tus zapatos, hay pocos directores que saben escribir, siento que muchas películas se quedan en buenas ideas, no hay historias realmente. Me di cuenta que al colaborar con una guionista podía llegar a hacer mejores películas”.