El subgénero de casas embrujadas seguramente es de los más efectivos dentro del horror, pues su formula es infalible; inmuebles terroríficos, golpes de efecto, sonidos estruendosos y chirriantes, sombras tenebrosas y sobre todo, apariciones fantasmales que a lo largo de los años se han perfeccionado en cuanto a impacto se refiere.
Si le preguntamos a diez personas al azar sobre sus cintas de terror favoritas, seguramente ocho tendrán dentro de sus tres primeras opciones un film que se desarrolla en una morada maldita. Por el estreno de El Conjuro 2 revisamos algunas de las mejores películas sobre casas encantadas.
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10) The Haunting (Robert Wise, 1963)
Es el mayor clásico del subgénero. Dirigida por el maestro Robert Wise, es una adaptación de la novela The Haunting of Hill House de Shirley Jackson. Aquí Wise implementa más el terror psicológico, metiéndose en la mente de sus protagonistas y sus demonios internos, dejando en segundo plano a los fantasmas que deberían ser los amos de la función, aspecto que aunque lo duden, la hace mejor. Gracias a esta película se instauró esa famosa imagen de la silueta tenebrosa de la mansión recortada contra el horizonte.
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9) The Amityville Horror (Stuart Rosenberg, 1979)
Es una de las mejores representantes del subgénero de casas embrujadas y el sub-subgénero “basada en hechos reales”, aspecto que la han colocado como un clásico del terror. La familia Lutz, comandada por George (James Brolin) y Kathy (Margot Kidder) se muda con sus hijos a una casa con un trágico pasado y desde sus primeros días en el inmueble, las señales de algo maligno ahí los hará sufrir. Como es una costumbre en el género, se hicieron varias secuelas que fueron bajando en calidad y un remake pasable en el 2005, con Ryan Reynolds representando al afligido padre de familia de esta historia.
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8) The Changeling (Peter Medak, 1980)
Película canadiense sobre una casa embrujada, aunque diferente en tono y forma a, por ejemplo, Poltergeist o The Amityville Horror; esta es más seria, pausada y un poco más tétrica. Su aspecto ochenteno y el diseño de arte la hacen realmente espeluznante, todos los espacios mostrados en la película generan una mala sensación que se comparte con ciertos objetos que siempre han sido asociados con el terror (como una vieja mecedora).
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7) Poltergeist (Tobe Hopper, 1982)
Una producción de Steven Spielberg y otro clásico del género; revivió el mito de las casas embrujadas en los ochenta y le dio un sorprendente giro con los estupendos efectos visuales que aún hoy no se ven nada mal. La historia de una familia que llega a una nueva casa y ahí encuentra fantasmas no es nada original, pero en esta ocasión la energía de la dirección de Tobe Hopper y las actuaciones, la hicieron diferente. Incluso han existido múltiples leyendas sobre la maldición que cayó sobre muchos de los involucrados en el rodaje, esto la ha hecho acreedora de un lugar especial en el cine de terror. Del remake que se hizo hace poco, mejor ni hablamos.
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6) The Others (Alejandro Amenábar, 2001)
Cinta con manufactura española pero ingredientes de Hollywood y una esplendida Nicole Kidman, quien se encontraba en su mejor momento. Si alguna cinta ha alcanzado el estatus de culto en este nuevo milenio es esta; el misterio de la historia y su famoso final son sus principales armas para satisfacer al público más exigente y conocedor del género. Alejandro Amenábar realizó aquí un pequeño homenaje a esas clásicas cintas de la Hammer en las que la casa donde se desarrolla la historia es un personaje más, además de valerse de un terror psicológico conjuntado a la formula clásica del subgénero, mezcla que le resultó de maravilla.
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5) The Grudge (Ju-On) (Takashi Shimizu, 2002)
Después del avasallador éxito de Ringu (Hideo Nakata, 1998) se puso de moda el terror con fantasmas de mujeres de larga cabellera negra, no sólo en Japón, sino en todo el mundo. En el caso de esta cinta que supuso la segunda mayor representante del llamado J-Horror, nos encontramos con la maldición de Kayako, que pone entre sus victimas a quienes pisan su hogar. Una de sus mayores virtudes fue la mezcla del género de casas embrujadas con el de fantasmas vengativos, dando lugar a una fructífera saga que también se dio el lujo de tener sus consabidos remakes gringos.
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4) Paranormal Activity (Oren Peli, 2007)
Una sorpresa por donde quiera que se le mire, una cinta de bajo presupuesto que encontró su lugar como una de las películas más terroríficas y comentadas de la última década. Una lastima la oleada de imitaciones y secuelas que cada vez pierden más el interés, pero esta primera cinta cumplió su cometido con creces. Su formato de falso documental, o “found footage”, le da un aire más terrorífico. La maldición o apariciones que sustentan la cinta se dan como suele ser costumbre en estos filmes; debido a un espíritu maligno que le hace la vida imposible a una familia que recién se muda a un nuevo hogar.
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3) Insidious (James Wan, 2010)
Si El Conjuro guarda cercanía con Poltergeist, esta todavía más, convirtiéndose entonces en todo un clásico del nuevo milenio. Es una saga que merece mucho la pena, aguarda unos dos o tres sustos realmente efectivos y sin duda es poseedora de algunas de las imágenes más terroríficas que se han producido en los últimos años en el subgénero: personajes como el demonio de cara roja o la novia de negro se quedan guardados en la mente de cualquier espectador.
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2) The Woman in Black (James Watkins, 2012)
Basada en la famosa obra de teatro, esta es una cinta que desprende clasicismo por todos lados, además tiene el aliciente de ser una producción de la mítica Hammer Films. Eficiente y con una atmósfera opresora, es cierto que abusa de los golpes de efecto (gatos negros, puertas que se cierran, rechinidos, etc.) pero la historia es lo suficientemente tenebrosa como para pasar por alto esto. Además, la casa donde se desarrolla y sus habitaciones ayudan bastante a provocar escalofríos.
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1) The Conjuring (James Wan, 2013)
La gran sorpresa del 2013, una cinta efectiva y con una gran atmósfera. Llena del clacisismo de obras cumbres como The Amityville Horror y Poltergeist, es una de las mejores cintas de terror de la última década. El caso real de los Warren es un ejercicio meticuloso de tensión, sugestión y con un estilo muy de la vieja escuela que afianzó a James Wan como el nuevo maestro del horror.