Tuvieron que pasar 20 años para que pudiéramos ver una secuela de Día de la Independencia (Independence Day), aquella película de ciencia ficción de 1996 en la que la supervivencia de la humanidad se veía amenazada por una invasión extraterrestre y la Tierra era salvada por los esfuerzos conjuntos de Will Smith, Jeff Goldblum y Bill Pullman, entre otros. Roland Emmerich por fin encontró la manera adecuada de continuar con la historia que nos contó hace dos décadas, hizo algunos cambios que eran necesarios y se aprovechó por completo de la tecnología actual para reinventar ese universo cinematográfico con el que llamó la atención del mundo en aquella época.
Día de la Independencia: Contraataque (Independence Day: Resurgence) se desarrolla exactamente 20 años después de los sucesos ocurridos en la primera entrega, de hecho el nuevo conflicto espacial llega justo en el marco de la conmemoración del vigésimo aniversario de la victoria de la humanidad contra los alienígenas, pero las cosas ya no son como la primera vez que ocurrió algo así y ahora nos encontramos con un planeta Tierra cuyos habitantes se han mantenido más unidos durante un largo tiempo, además de que cuentan tanto con la preparación como con las herramientas adecuadas para hacerle frente a cualquier amenaza que pudiera llegar desde algún lejano rincón del universo.
Desde los primeros minutos de la cinta vamos descubriendo a una humanidad que cuenta con armamento sumamente avanzado, aviones equipados con lo mejor de la tecnología alienígena que se logró obtener tas la última invasión, una buena variedad de naves que cumplen con diversas funciones en pro de la raza humana, instalaciones colocadas a lo largo de la órbita terrestre para detectar y prevenir cualquier ataque, una organización dedicada exclusivamente a diseñar planes de contingencia adecuados para asegurar el bienestar de las personas de todo el mundo y un equipo de élite que está entrenado para combatir a cualquier invasor.
También desde los primeros minutos vamos conociendo uno a uno a los personajes principales de la secuela, en lo que resulta una buena combinación de actores a los que vimos hace 20 años como Jeff Goldblum, Bill Pullman, Judd Hirsch, Brent Spiner y Vivica A. Fox, junto con una nueva generación representada por Liam Hemsworth, Jessie T. Usher y Maika Monroe. Cada personaje cumple con una función específica dentro de la historia, sin importar el tiempo que aparezca en pantalla, y es fácil identificarse con la mayoría de ellos. En realidad no hay una actuación que sea realmente sobresaliente entre el resto, pero prácticamente todas resultan cumplidoras.
En una producción como estas la trama queda en segundo plano para darle mayor peso a las elaboradas secuencias de acción y al uso excesivo de efectos especiales, ya que al público lo que le interesa ver es un producto entretenido que lo haga pasar un buen rato mientras está disfrutando de unas palomitas; en este sentido, Día de la Independencia: Contraataque cumple lo que promete en sus avances y es justo lo que uno espera. Al final, se trata de un buen pretexto para ver explosiones en medio de caos y devastación a grandes proporciones, alienígenas que luzcan realistas y a un grupo de individuos dispuestos a todo con tal de vencer a su enemigo procedente del espacio.
Esta secuela es buena a secas y aunque no logra superar a la primera entrega, sí es una opción a considerar en su próxima visita al cine si tienen ganas de ver un blockbuster entretenido y ya.