Desde que se estrenó la primera entrega de La Era de Hielo, en 2002, hemos sido testigos de las aventuras y desventuras por las que han pasado Manfred, Sid y Diego junto con el resto de los personajes que se han ido agregando a su singular manada en cada cinta que ha salido. Además de que hemos visto la eterna y obsesiva lucha de la ardilla prehistórica Scrat por conservar su amada bellota mientras causa toda clase de problemas.
Lo primero que podemos decir sobre La Era de Hielo: Choque de Mundos, es que su historia sigue exactamente la misma línea que ha sido marcada en las cuatro películas anteriores de la franquicia con situaciones divertidas, chistes sencillos que son planeados para causar varias risas rápidamente, personajes por los que es fácil sentir empatía, un conflicto principal que llega directamente como consecuencia de un descuido de Scrat y subtramas acompañadas de ciertos dilemas al igual que de las obligadas enseñanzas que nunca pueden faltar en una producción dirigida al público infantil.
La cinta inicia, como ya es costumbre en la franquicia, con la ardilla prehistórica de ojos saltones persiguiendo una bellota. El despistado personaje llega a un lugar misterioso para después protagonizar un incidente que raya en lo absurdo, aunque es algo que no resulta contraproducente al tratarse de una producción animada y de este tipo. Cuando nos reencontramos con Manny y compañía, se plantea en qué momento de su vida está cada personaje en ese momento y cuáles son sus respectivas inquietudes, mientras empieza una carrera contra el tiempo para evitar la destrucción del planeta.
Con el inminente fin de la vida y un descabellado plan para evitarlo como trama principal, al mismo tiempo se van desarrollando las subtramas de Manfred negándose a aceptar que su hija ha crecido y que se aferra a que ella esté con él, Sid buscando una pareja que le haga compañía y Diego pensando en tener hijos. Cada uno de los personajes, principales y secundarios por igual, cumplen con una función dentro de la historia y sus acciones influyen en la manera en la que ésta va avanzando.
Siendo muy honestos, La Era de Hielo: Choque de Mundos sí es una película entretenida e incluso llega a tener momentos sobresalientes, y cuenta con una animación de alta calidad en la que cada detalle está bien cuidado, pero no logra igualar a sus entregas anteriores, en especial a las dos primeras. Queda lejos de ser lo que fueron sus antecesoras y resulta algo floja en algunas partes, de repente los chistes se sienten un tanto forzados y hay personajes, así como situaciones, que pudieron explotarse más.
En el caso de la versión doblada al español, vale la pena mencionar que una vez más se cuenta con un buen trabajo de parte del equipo de actores encargados de prestarle sus voces a los personajes animados. Jesús Ochoa, Carlos Espejel y Angélica Vale sobresalen al aportarle algo extra a sus respectivos papeles.
Es una cinta que sin duda logrará buenos resultados en taquilla debido a la popularidad de la franquicia y de la que también se venderán un sinfín de productos, sin embargo su historia queda a deber un poco y esperamos que esto mejore en la siguiente entrega… porque estamos seguros de que se hará por lo menos una más en el futuro.