No cabe duda que, desde su aparición en el año de 1994, la franquicia de Warcraft se ha convertido en un auténtico fenómeno a nivel mundial a través de diferentes juegos de mesa, juegos de rol, novelas, historietas y, por supuesto, adictivos videojuegos de estrategia en tiempo real; todo esto bajo una elaborada temática de fantasía en la que las guerras épicas entre diversos personajes son el atractivo principal, era obvio que algo así de vistoso llegaría en algún momento al cine y por fin lo hace con el tan esperado estreno de Warcraft: El primer encuentro de dos mundos.
Los millones de fans de Warcraft a lo largo de todo el mundo se emocionaron en cuanto se anunció que por fin se haría una película a partir de la historia y los personajes de la franquicia creada por Blizzard Entertainment, luego se reveló que el director que estaría a cargo de la difícil prueba de llevar el fantástico universo a la pantalla grande sería Duncan Jones y esto solo hizo que crecieran las expectativas alrededor del ambicioso proyecto debido a lo hecho anteriormente por el visionario y talentoso director con Moon, así como con Source Code.
Con una recepción no tan favorable como la que se esperaba de parte de la crítica, buenos comentarios entre los fans que llevan un par de años esperando por el estreno de esta adaptación cinematográfica, un historial lleno de películas basadas en videojuegos que no han convencido del todo y después de haberse apoderado de la taquilla en China; Warcraft: El primer encuentro de dos mundos y lo primero que podemos decir después de verla es que se trata de un enorme espectáculo visual en el que la tecnología, los efectos especiales, el diseño de producción y el vestuario juegan un papel fundamental para poder crear un universo único al igual que para darle vida a personajes salidos de la imaginación.
La película comienza presentándonos a los orcos, seres brutales en el campo de batalla y con un extremo sentido del honor que siguen fielmente a un poderoso hechicero que los lleva a un mundo desconocido para ellos con la intención de invadirlo debido a que el suyo se encuentra muriendo. Posteriormente, conocemos a los humanos que viven en el majestuoso reino de Azeroth y somos testigos de lo que pasa con ellos a partir de su primer encuentro con los peligrosos invasores.
Ya que tenemos claro cuáles son los dos bandos y qué intenciones tiene cada uno, la historia se va desarrollando con algunos personajes que resultan clave para entender mejor todo lo que sucede y lo que sucederá. De lado de los orcos están el perverso hechicero Gul’dan, su esclava mestiza Garona, el despiadado Blackhand y Durotan, un valiente líder que comienza a dudar sobre lo que están haciendo los orcos y que quiere lo mejor para su clan; mientras que en la parte de los humanos tenemos al rey Llane Wrynn, el inexperto hechicero Khadgar, el poderoso guardián Medivh y el gran guerrero Lothar, cuya presencia resultará más que fundamental en medio del conflicto presentado.
Warcraft: El primer encuentro de dos mundos es una película entretenida, pero no va más allá de eso y en realidad no aporta algo nuevo. Esta cinta funciona muy bien como un vistoso vehículo de entretenimiento, complacerá a los fans de la franquicia a la que pertenece y también servirá para que muchos que no la conocen se acerquen a ella por primera vez.