Con apenas cuatro episodios y una historia que avanza a un ritmo fantasmagórico, The Night Of, la nueva serie original de HBO se halla en un crítico punto sin retorno. Por una parte, su historia, producción y actuaciones constituyen un material encaminado a ir al estante de series de culto, pero para que esto ocurra el show tiene el enorme reto de dar un satisfactorio desenlace a una incógnita que crece a pasos agigantados en cada episodio.
El argumento es relativamente simple: Naz Khan (Riz Ahmed) sale una noche rumbo a una fiesta en el taxi de su padre, pero en el camino conoce a Andrea (Sofia Black-D’Elia), una desorientada joven con la que acaba bebiendo, drogándose y teniendo sexo, y a quien halla muerta luego de despertar sin recordar gran parte de la madrugada. Naz es acusado de cometer el delito y, por ello, deberá enfrentar un largo proceso para demostrar su inocencia en un caso donde todo está en su contra.
La serie realmente tiene pocos pero poderosos elementos, y uno de los principales son sus actores; desde el tímido Naz, el joven musulmán acusado, pasando por Jack Stone (John Turturro), un abogado rechazado por sus colegas que ve una oportunidad de hacer justicia en el caso, entre otros más que personifican tanto a afectados de parte de la familia de Naz, como de Andrea y gran parte de personajes clave del sistema judicial estadounidense.
La columna vertebral de esta miniserie de apenas ocho episodios es retratar la complejidad del sistema judicial neoyorquino, lo cual se asemeja un poco a lo visto en Making A Murderer pero con un tono más oscuro, aunque no igual de frío; es decir, el ambiente es tan tenso y pesado que el culpable del asesinato de Andrea podría ser lo mismo un caso de corrupción que un acto sobrenatural. Estamos casi seguros que no será nada de lo último, pero tampoco sorprendería un giro de esta índole.
Resulta muy acertado que se toquen temas de alta delicadeza como el papel del racismo en un proceso judicial, sobre todo para los musulmanes, vinculados alrededor del mundo con actos terroristas y por ello, culpables de cajón para algunos. Un caso similar enfrentan los afroamericanos, y en general la condición de acusado, que es explotada por algunos abogados con aspiraciones propias del showbiz.
Vamos a la pregunta fundamental: ¿vale la pena ver The Night Of? ¡Totalmente! La interrogante principal se acentúa en cada episodio, sus histriones expelen inquietud y ansiedad todo el tiempo, cada personaje tiene un particular trasfondo que cada vez toma mayor relevancia, y sobre todo es la envoltura hacia el sistema judicial en general, y particularidades que intervienen en él como la discriminación.
¿Cómo surgió ‘The Night Of’?
Según una entrevista que HBO compartió con Cinema Móvil, Jane Tranter, productora ejecutiva de la serie, dijo que este material está inspirado por Criminal Justice, una miniserie británica de BBC, que también participa en The Night Of.
“Sentí que la historia no había terminado. Había más cosas que podrían ser dichas en Estados Unidos que por nosotros (en la BBC, Peter Moffat sólo tenía cinco horas para contar la historia). Entonces una de las primeras cosas que hice cuando llegué a Los Ángeles fue buscar a HBO y decirles que ellos deberían ver ese material, que era brillante”, abundó sobre el proceso creativo que vio las primeras luces hace ya siete años, en el 2009.
Desde aquél entonces comenzó a trabajarse un episodio piloto que va alcanzando un estatus de misticismo: el papel del subversivo abogado Jack Stone originalmente iba a ser interpretado por Robert De Niro, pero por problemas de agenda fue James Gandolfini (Tony Soprano en The Sopranos) quien interpretó el papel en el capítulo filmado (y nunca transmitido) en el 2013, año de la repentina muerte del actor.
Respecto del sistema judicial y cómo es retratado en pantalla, Steven Zaillian, uno de los creadores y directores de la serie, dijo mostrar interés por cosas sobre las cuales no sabe mucho. “No escribo sobre lo que sé, escribo sobre lo que puedo descubrir. Para ser sincero, no sabía mucho sobre el sistema judicial. Fue una experiencia de aprendizaje”.
Por ello, Zaillian busca involucrarse y aprender a la marcha: “Me zambullo, como puedes ver en este caso, en los detalles de cómo todo funciona, y creo que la única manera de hacerlo es con el tipo de investigación que hicimos, o ser detenido (risas). Tal vez sea más rápido. Todo lo que se ve en la serie es realmente basado en algo específico. Seguir el desarrollo de esa historia, que es lo que hace la serie, desde la noche de la detención hasta el fin del caso, fue algo que me atrajo. Nunca había experimentado nada parecido”.