Mente despierta, cuerpo dormido. En episodios como eps2.9_pyth0n-pt1.p7z vale la pena recordar el lema de la segunda temporada de Mr. Robot: “El control es una ilusión”. Justo cuando pensamos que Elliot está tomando el control de sí mismo y que no hay manera de que podamos salir engañados (ya que contamos con la promesa de que nunca volvería a mentirnos), el autosabotaje se hace presente y nos quedamos, como siempre, con más preguntas que respuestas.
De alguna manera quizá muy new age, Elliot logra hackearse a sí mismo para saber en qué anda Mr. Robot cuando nadie lo ve, y el resultado es magnífico por su ambigüedad; es decir, ver a Elliot buscando a Mr. Robot para detenerse en seco y decirnos (o decirse a sí mismo) “¿por qué lo busco, si soy yo?” es brutal, sobre todo aunado al altercado con Tyrell en el taxi. Hace que realmente pongamos en duda la existencia de todos los personajes o situaciones a estas alturas.
En el mismo sentido, y aunque ya ha quedado clara la importancia del sistema financiero en Mr. Robot, en este episodio quedan más claros los frentes de cada jugador: mientras que Whiterose pareciera tener como aliado al bitcoin (que se mina en China, algo nada alejado de la realidad), Phillip Price busca tomar el control definitivo del dinero (y, por ende, de las personas) creando su propia criptomoneda: la e coin, que además quiere instaurar como la divisa oficial de Estados Unidos.
Esta información, que nos es ofrecida en la conversación que el magnate de E Corp sostiene con un regulador estadounidense, es de suma importancia ya que podemos dimensionar con mayor claridad los movimientos debajo del agua que han realizado ambos personajes, prácticamente utilizando a personas como Elliot y Angela cual piezas de ajedrez.
Esto, y el final de la primera temporada, nos hace pensar que Phillip sabía de las intenciones de Elliot y fsociety desde un inicio, y en colaboración con Whiterose contribuyeron para derrocar a un sistema financiero, sí, pero sólo para poder instaurar otro, y el conflicto ahora es definir quién impondrá este nuevo esquema. Cobra más sentido si se le piensa de esta manera: derribados los bancos, primero se vive la utopía financiera, y luego la resaca al no haber créditos ni efectivo, por lo que ya creada la urgencia, es más factible que la gente acepte la instauración de una nueva moneda, sin importar lo que esto implique con tal de poder tener las mismas facilidades de endeudamiento que con los dólares (o monedas convencionales).
Una vez desahogada la especulación, ¿qué pasó con Dom en el tiroteo que cerró el último episodio? Además de que la obsesión de la agente prácticamente la está dejando fuera del caso (sumamente conveniente para todos los demás involucrados), no resuelve la incógnita de Darlene, y de si sobrevivió al atentado. “Me dejas interrogarlo”, ¿a quién se refería específicamente? ¿Darlene? ¿Su novio? ¿Angela?
Hablando de esta última, ¿qué tal ese interrogatorio davidlynchesco? La aparición de Whiterose, a pesar de que pudiera parecer obvia, resulta muy intrigante por el tiempo que le otorga a Angela (a Elliot le dio tres minutos, ¿por qué a ella 28?) y la genuina preocupación que el alter ego del ministro chino tiene por ella. Angela pasa de ser una víctima a cobrar un papel cada vez más relevante, quizá por la información que obtiene, o por ser la hija de una de las víctimas del atentado mortal en las instalaciones de E Corp. No hay coincidencias aquí.
Sólo queda un episodio, y no podemos esperar a ver cuál es la Fase Dos. Hasta ahora Mr. Robot ha estado lejos de ser decepcionante, ¿con qué nos harán mordernos las uñas durante el año de espera para la siguiente temporada?
