Entre lluvia, complicadas agendas en el renglón de entrevistas pactadas con anterioridad y una prolongada escalera eléctrica descompuesta que nos lleva a las salas destinadas a las funciones de prensa se ha celebrado la primera mitad del Festival de Cine de Toronto, el cual definitivamente viene a renovar la pedestre cartelera que hemos padecido durante la primera mitad de este año. No todo está perdido. Títulos como La La Land, Moonlight, Jackie y Arrival han llegado para estimular la aburrida programación que habríamos estado sobrellevando estos últimos meses.
A continuación, un breve juicio sobre algo de lo que hemos visto estos días bajo la hospitalidad de este festival (mi evento favorito cinematográfico del año), con especial agradecimiento a Elizabeth Vaca y Michelle Revuelta de la Secretaría de Turismo de Toronto por las facilidades prestadas para la cobertura de esta edición.
Manchester By The Sea (Dir. Kenneth Lonergan)
Se trata de la tercera (y probablemente más accesible) película del talentoso dramaturgo y cineasta Kenneth Lonergan. Existe la posibilidad de que este título finalmente coloque al director en la lista de realizadores comprobados. Al igual que sus dos anteriores trabajos, es un austero estudio sobre las complejas relaciones familiares y de cómo enfrentamos súbitas tragedias en nuestra cotidianeidad. Casey Affleck es el hilo conductor en este taciturno relato, mostrando a un hombre quien prácticamente lo pierde todo y a quien se le concede una segunda oportunidad cuando ‘hereda’ un sobrino a quien apenas reconoce. Se trata de una cinta personal por donde se le vea, manifestando a un brillante director quien comprende qué incluir y qué extraer de la dramática historia. Manchester by the Sea posee una amarga secuencia protagonizada por Affleck y Michelle Williams que inmediatamente se convierte en uno de los momentos cinematográficos del año. (Calificación ****/*****).
Queen Of Katwe (Dir. Mira Nair)
Otro proyecto donde las buenas intenciones prevalecen sobre la manufactura de la película. Mira Nair es la realizadora designada para contar la verdadera historia de Phiona Mutesi (Madina Nalwanga), niña oriunda de Uganda quien, viviendo en pobreza extrema, conoce a un tutor en la figura de Robert Katende (el magnífico David Oyelowo). Ante las manifiestas virtudes de Mutesi, su tutor la lleva a convertirse en campeona de ajedrez en un relato verídico que es mucho más interesante que la película misma. No hay una sola queja sobre la producción de la misma, al contrario, pareciera que los acabados son impolutos, sin embargo Queen Of Katwe carece de la vehemencia que la historia solicita. Destaca de nueva cuenta Lupita Nyong’o en el rol de la madre humilde pero altiva, quien desconoce el talento de su hija pero a quien secunda en todo momento. (Calificación **1/2 / *****).
Blair Witch (Dir. Adam Wingard)
Aquí estamos ante el típico ejemplo de una película protegida por el hype que los mismos estudios cinematográficos provocan en festivales, enfrentándonos a más de lo mismo visto en la original de 1999. James (James Allen McCune) emprende una expedición al bosque de Black Hills en compañía de un grupo de histéricos jóvenes con la idea de averiguar el paradero de su hermana Heather, quien desapareció dieciséis años atrás. Aunque la película es superior a aquella infame precuela titulada Book Of Shadows, esto no quiere decir mucho. En esta ocasión, el director Adam Wingard optó por continuar con el mismo estilo y artimañas de la original, por lo que al final esta segunda parte termina siendo una aburrida experiencia. Sin duda hemos llegado a un momento crítico referente a la cintas armadas con ‘pietaje encontrado’ que nos hace suplicar se detenga la realización de películas de género producidas con este procedimiento. (Calificación *1/2 / *****)
Por Oscar Uriel
Presentado por Toronto Tourism. Con especial agradecimiento a Elizabeth Vaca y Michelle Revuelta.