Contrario a lo que el océano de remakes, secuelas, y copias mal hechas de cintas de horror nos hiciera creer, el género cuenta con una enorme diversidad de relatos y sabores. Como lo mencionara en mi anterior listado, publicado en estas páginas hace ya un año, tratar de encapsular tantas décadas de cintas de este género se antoja complicado. Curiosamente, ahora que contamos con mayores opciones de entretenimiento y herramientas para buscar cine, puede convertirse en un dilema navegar entre capas y capas de cintas mediocres para encontrar ejemplos genuinamente interesantes. Por distintos motivos puede ser bastante común que joyas fílmicas quedaran enterradas en las arenas del tiempo. Despreciadas en su época o víctimas de una mala distribución. Afortunadamente varias han resurgido con lanzamientos en Blu Ray, y tours por salas de cine especializadas en revivir estas entidades cinematográficas que se creían fallecidas. Esta lista no es, por supuesto ni absoluta ni definitiva, pero garantizado tienen que los orientará mejor. Estas son otras 10 cintas de terror que quizás no han visto. ¡Ámonos recio!
Mr. Vampire (Ricky Lau, Hong Kong, 1985)
Comedia, terror y artes marciales en un solo paquete, Mr Vampire es sin duda una de las cintas más importantes en la historia del cine de Hong Kong, y del cine fantástico. Con sus vampiros saltarines, conocidos como jiangshi, crearía todo un género de comedias de terror que a la fecha no ha podido ser duplicado. No hay alguna barrera cultural que impida a cualquier persona disfrutar esta cinta.
Symptoms (José Ramón Larraz, Inglaterra, 1976)
Esta producción británica, dirigida y escrita por el Barcelonés José Ramón Larraz, es un verdadero tesoro que ha permanecido sepultado varias décadas hasta su reciente lanzamiento en Blu Ray. En ingles, a este tipo de cintas se les describe como “slowburn horror”, un relato de terror que se asienta en la imaginación de la audiencia poco a poco, avanzando con cautela, para después tomarlo desprevenido. Una joven y bella chica se muda a una casona teniendo de compañera de vivienda a una enigmática y frágil señorita, y un muy sospechoso jardinero que merodea los alrededores. Otra mujer antes que ella vivió ahí, para luego desaparecer misteriosamente. La efectividad de Symptoms radica en su enfoque altamente atmosférico, y un reparto reducido en números, pero amplio en cuanto a calidad actoral.
Angst (Gerald Kargi, Austria, 1983)
El asesino serial es una de las figuras predilectas del cine de terror, ya que da mucha tela para cortar en muchos sentidos. Despierta nuestra imaginación en su faceta más morbosa, cuestionando qué puede empujar a un ser humano a asesinar a otros a sangre fría por placer o por necesidad. Con una punzante banda sonora llena de sonidos industriales, así como gran influencia en Gaspar Noé, Angst es un macabro viaje en la jornada de un hombre con un pasado turbio, que no puede dejar de matar. Dotada de un trabajo de cámara dinámico, Angst atrapa al espectador aun en contra de su voluntad.
The Church (Michele Soavi, Italia, 1989)
Michele Soavi es en muchos sentidos el último gran maestro del cine de terror italiano. Protegido de Dario Argento, su creatividad entregó en pantalla complejas y elaboradas fantasías macabras. Su cinta del 95, Cemetery Man, es sin duda un gran ejemplo de esto, pero unos años antes se apuntó un gran logro con The Church. Una iglesia gótica antigua con un pasado lúgubre sirve como escenario para una colección de imágenes detalladas y estremecedoras. Soavi desborda imaginación, construyendo una mitología muy elaborada que otras cintas con mayores presupuestos (y pretensiones) desearían tener.
The Sentinel (Michael Winner, Estados Unidos, 1977)
El “tribunal del santo oficio del crítico fílmico” condeno a lo más profundo del infierno a The Sentinel a su salida en 1977. Considerándola de mal gusto y genérica, los críticos inquisidores sólo evidenciaron una enorme miopía. Hablando del infierno, es éste un poderoso protagonista en esta historia de terror religioso, una vertiente del cine de horror que es fácil hacer mal, pero difícil realizar con maestría. El director británico Michael Winner, quien dirigió a Charles Bronson en numerosas ocasiones, entiende muy bien las implicaciones del guion y nos entrega numerosas escenas macabras o por demás perturbadoras.
Hausu (Nobuhiko Obayashi, Japón, 1977)
Jaws de Spielberg había pegado con tubo en todo el mundo. Productores de diferentes estudios estaban ansiosos de tener sus propias cintas de animales cazando y devorando seres humanos. Así fue como los ejecutivos del estudio Toho presentaron este proyecto al director de comerciales Nobuhiko Obayashi. Este consultaría a su hija, quien le empezaría a relatar sus sueños más estrambóticos. Le contó que a veces soñaba que un piano se la comía, o que se encontraba atrapada en un reloj antiguo, entre otras estridencias. Obayashi tomó notas de todo esto y decidió realizar un largometraje sobre una casa que, literalmente, se come a sus protagonistas. El resultado es una de las películas más originales, dementes, creativas, inclasificables, delirantes y coloridas que el cine ha visto a la fecha. No hay suficientes adjetivos para describirla, Hausu es una odisea fílmica como pocas, y hay que vivirla para contarla.
House on The Edge of the Park (Ruggero Deodato, Italia, 1980)
Luego de pasar a la historia del cine de terror al escribir una de sus páginas más sangrientas con Cannibal Holocaust, el director Ruggero Deodato bien pudo haberse limitado a quedarse en una zona de confort, imitarse a sí mismo e irse por otros caminos relativamente más seguros. Sin embargo, Deodato tuvo mayores ambiciones, y su siguiente película está a la altura de las circunstancias. Un tenso thriller, una cinta de invasión domestica que se vuelve un laberinto de diferencias de clases social, que esconde en el centro al minotauro de la naturaleza humana en toda su áspera descomposición. Temeraria e inteligente, con el maestro Riz Ortolani volviendo con una suerte de tema disco perverso que enmarca perfectamente el relato.
La Residencia (Narciso Ibáñez Serrador, España, 1969)
Claro ejemplo de cómo una verdadera joya del género puede ser enterrada injustamente en el olvido cinematográfico. Del director del también clásico de culto ¿Quien Puede Matar a un Niño?, estamos aquí ante una increíble pieza fílmica de horror gótico, llena de tensión y atmósfera. Un internado francés para señoritas “bien” esconde truculentos secretos tras sus paredes. Comandado a su vez por una tiránica rectora, y con una jerarquía de estudiantes que no dudan en destrozar anímicamente a sus compañeras. Con un lugar más que merecido junto a otros clásicos del género como The Innocents.
U Turn (Pawan Kumar, India, 2016)
La más reciente en la lista, esta cinta hablada en Kannada, uno de los tantos idiomas de la India, es obra de Pawan Kumar, quien en el 2013 sorprendió con Lucia. Aquella, una película financiada por donativos de personas vía internet, era una fascinante e ingeniosa idea que mezclaba géneros con gran certeza. Este año el señor Kumar vuelve con otro combo de estilos. Hablar demasiado de la trama sería echar a perder la magia. Lo que es un hecho es que Kumar se consolida como uno de los cineastas más frescos y originales trabajando en el panorama fílmico actual.
Noroi: The Curse (Koji Shiraishi, Japón, 2005)
El realizador del reciente crossorver Sadako vs Kayako, que enfrentó a las damas fantasmagóricas de Ring y Ju on respectivamente, le inyectó vida al ya cansado género del found footage con Noroi. La historia de un documentalista de lo sobrenatural investigando una inusual serie de eventos es una auténtica lección de cómo se debe hacer un cinta en esta vertiente. Intrigante e inquietante, con una leyenda elaborada. De lo mejor que ha dado oriente en el género de terror en los últimos años.
Por: Rubén Martínez Pintos / @SartanaDjango