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terror-5Hace un año dentro de su sección Próximos Estrenos, el festival Mórbido presentó ante sociedad el llamativo trailer de una película argentina, la cual entrelazaba de forma laberíntica cinco historias violentas y perturbadoras que iban ocurriendo durante una misma noche, durante un toque de queda en Buenos Aires, causado por un juicio político tras una tragedia urbanista. Inclusive en aquella ocasión, Pablo Guisa (director del festival) advertía que la cinta provenía de la mente retorcida de dos hermanos debutantes. Su título: Terror 5.

Ahora, como parte de su incipiente gira de festivales, la cual comenzó inaugurando las Blood Window Galas en Cannes (dedicadas a lo más reciente del cine latinoamericano de género), finalmente en la novena edición de Mórbido tuvimos la oportunidad de ver la irrupción de muertos vivientes que buscan venganza contra funcionarios corruptos, un misterioso trío enfundado con máscaras de cuero, dedicado a grabar películas snuff en moteles, un grupo de estudiantes que desea castigar a sus maestros más odiados, una fiesta de disfraces en la cual uno de sus invitados termina siendo objeto de bullying, y un par de amigos que reciben una extraña llamada de una antigua conocida mutua; todo ello con la presencia de los responsables de semejante mixtura: Sebastián y Federico Rotstein.

Minutos después de terminada la función, en el lobby del Cinépolis Diana, nos acercamos a conversar con los realizadores para conocer más acerca de la que ya es calificada como la “Relatos Salvajes del cine de género”.

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-Cinema Móvil: ¿Cuál es el origen de Terror 5 y cuál era el punto de encuentro que se buscaba para los relatos?

Sebastián Rotstein: “Este es un guión que escribí hace aproximadamente diez años. Originalmente el proyecto se llamaba Terror 7 y estaba concebido para que cada historia fuera realizada por un director distinto, sin embargo en ese momento no prosperó como se tenía pensado y se quedó en el cajón de mi escritorio. En 2013 decidimos participar en un concurso de cortometrajes que organiza el INCAA llamado Historias Breves, y presentamos uno de esos siete segmentos el cual se llama Liebre 105 acerca de una mujer que queda atrapada en el estacionamiento de un centro comercial y fue elegido, de hecho se pudo ver aquí en Mórbido el año pasado; al quedar conformes con el resultado pensamos en jugárnosla y retomar el guión, quitamos una de las historias y lo metimos a la convocatoria de producción de ópera prima del mismo INCAA y ganamos para nuestra sorpresa, ya que las películas de género no suelen ser contempladas por el gobierno.

Fue ahí donde tuvimos que adueñarnos cada vez más del guión y reformular lo que teníamos, por ejemplo la historia del bullying estaba contada de otra manera, era un slasher, pero los recursos no eran suficientes, entonces al repensarla y preguntarnos de qué estábamos hablando realmente, nos dimos cuenta que en términos conceptuales básicamente era Carrie y terminó siendo mucho más dialogada. De esta forma nos parecía que todas las historias se trataban de partir de algo cercano y posible de nuestra realidad, y ver que ocurre cuando se cruza un límite”.

-Mencionas lo infrecuente que resulta que una película de género gane convocatorias institucionales, situación que tiene similitudes con el contexto mexicano. ¿Se tuvo que modificar o adecuar el proyecto para poder presentarlo?

SR: “No cambiamos el guión para presentarlo, pero sí pusimos en primera plana el contexto social y político que tiene la historia de los zombies, y es que creo que hay que aprovechar el género para contar algo más sustancial como lo hicieron en su momento George Romero y John Carpenter, de lo contrario al menos para mí, el terror no significa nada. En ese sentido, la película tiene referencias a una asociación civil llamada Madres del Dolor y a la Tragedia de Cromañón, el incendio de un boliche que dejó decenas de muertos en 2004; las cuales me generan duda de cómo serán vistas en Argentina cuando la película se estrene”.

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-Sin duda, uno de los aspectos que más sobresalen de Terror 5 es su estructura narrativa bifurcada. ¿De dónde surge la necesidad de contar la película de esta forma?

Federico Rotstein: “Esta estructura no estaba pensada originalmente, filmamos cada episodio por separado y la idea era que cada historia podía funcionar en su propio universo y que fueran una detrás de la otra justo antes el estallido del tercer acto. Sin embargo, al momento del montaje pensamos que la película misma iba a decirnos que forma necesitaba y esta fue la mejor que encontramos, yo no sé si hoy día la haríamos igual, seguramente no.

Entonces empezamos a mezclar, experimentar y buscar dónde estaba el equilibrio para contar una película de esta manera, porque lo que tiene una estructura como la de Terror 5 es que las posibilidades son casi infinitas, de hecho tenemos otras versiones en las cuales saltábamos todavía más de una a otra historia pero nos dimos cuenta que se iba perdiendo bastante el hilo de los personajes y costaba más entrar en cada premisa.

Finalmente fue un proceso que duró ocho meses, lo cual es una barbaridad para nuestro esquema de producción, porque descubrimos que además de hallar el ritmo, la emoción y la tensión de cada segmento, también debíamos tener una sensibilidad para saber dónde está el corazón del espectador y con quién se está identificando más”.

-Zombies, mitología snuff, gore, sexo, metáforas en torno al clima social…De algún modo, con Terror 5 se emparentan con los Bogliano y los Quintana otras dos parejas de hermanos argentinos afectos a dejar patente su cinefilia. ¿Cómo convivir con las influencias que se tienen?

FR: “Justo el año pasado se estrenaron Relatos Salvajes y A Touch of Sin, las vimos en su momento para saber cómo otros resuelven algo que vas a tener que hacer, y en el proceso previo sí se tenían influencias en donde estaban Romero, Carpenter, De Palma, Argento, Fulci, Dante, de hecho de Homecoming surge la idea de los zombies que toman el Congreso; pero cuando empiezas a trabajar te das cuenta que vos tienes otro material, otros actores, otra producción mucho más artesanal y ahí las influencias las vas dejando de lado y sobrevive lo que tienes muy adentro”.

SR: “Donde sí usamos las influencias fue para darles películas a los actores de cada segmento para que les sirviera de referencia, por ejemplo, a la pareja protagonista de la historia del motel les dimos Vestida para Matar de Brian de Palma para que entendieran qué queríamos hacer porque esto también requiere un tipo de actuación que no tiene que ser naturalista”.

FR: “Hay una anécdota de Quentin Tarantino cuando estaba dirigiendo Reservoir Dogs, en la cual para pedir un tipo de plano decía por ejemplo ‘Quiero un Sergio Leone’ porque no sabía que eso se llama primerísimo plano y que se hace con un lente teleobjetivo, entonces de algún modo hay algo de la cinefilia que sirve para poder comunicarse”.