Presentando como su nueva princesa a una adolescente originaria de las islas del sur del Pacífico que se niega a seguir las ordenes de su padre y que está dispuesta a tomar riesgos con tal de sacar adelante a su pueblo, Disney nos trae su película animada número 56, Moana: Un Mar de Aventuras (2016). En esta ocasión, el estudio de Mickey Mouse toma como referencia algunas leyendas provenientes de diversas culturas de Oceanía para contarnos la historia de una joven que tiene una fuerte conexión con el océano y, preocupada por el bienestar del lugar en el que vive y por el resto de sus habitantes, se lanza en un peligroso viaje para encontrar al semidiós Maui (Dwayne Johnson), quien años atrás robó el corazón de Te Fiti y desató una terrible oscuridad que amenaza la vida en toda la región.
Moana es una cinta sumamente entretenida que marca el regreso de los musicales animados a los que Disney nos acostumbró desde hace mucho tiempo. Su historia, acompañada de un mensaje ecologista, es inteligente y se sostiene en las tradiciones de la cultura polinesia para darle vida a un grupo de simpáticos personajes que sin duda se convertirán en los favoritos de muchos niños y adultos por igual. Otro elemento que vale la pena destacar es la investigación hecha por el equipo creativo a cargo de la producción, ya que éste se dio a la tarea de trabajar al lado de antropólogos, educadores, astrónomos, lingüistas, tatuadores, coreógrafos de danza polinesia, navegantes profesionales y asesores culturales para obtener un relato realista que tratara respetuosamente los temas y tradiciones que se abordan.
Continuando con la parte de la investigación que se hizo antes de poder realizar el filme animado, cuando comenzaron a considerar la idea de crear una historia que se desarrollara en las hermosas islas del Pacífico, los directores Ron Clements y John Musker (quienes, por cierto, dirigieron La Sirenita) recurrieron a los recuerdos de las novelas y pinturas del Pacífico que los habían cautivado en su juventud, pero al repasar los relatos de la mitología polinesia se dieron cuenta de que necesitaban profundizar mucho más y decidieron viajar a las islas del Pacífico para conocer mejor los lugares y las culturas que querían abordar en su relato.
Una de las cosas que más harán al ver Moana será cantar, y esto será gracias a las canciones originales que fueron compuestas por el compositor ganador de un premio Tony y un Grammy, Lin-Manuel Miranda; así como el compositor tres veces ganador de un premio Grammy, Mark Mancina; además de Opetaia Foa‘i, cantante y fundador del grupo Te Vaka. Este trío musical se encargó de crear temas únicos, que también funcionan para exhibir la apasionante vida de los ancestros de Moana en los mares, compartir algunas de las tradiciones polinesias y contar las diferentes historias secundarias que complementan a la trama principal.
Para terminar, es necesario hablar sobre los personajes de Moana: Un Mar de Aventuras debido a que estos representan el alma de la historia que se cuenta en la pantalla grande. Moana sueña con convertirse en una experta navegante y está muy lejos de ser una damisela en peligro que necesita a un príncipe azul que la rescate. Por su parte, Maui es mitad dios-mitad mortal y 100 por ciento grandioso; el Jefe Tui es el respetado líder del pueblo de la isla de Motunui y quiere que su hija siga sus pasos como líder; la abuela Tala comparte con su nieta esa conexión especial con el océano y Heihei es un gallo bastante torpe que accidentalmente se convierte en el fiel compañero de viaje de la heroína. Moana tiene todo lo necesario para convertirse en un nuevo clásico de Disney y seguramente seguiremos escuchando muchas cosas más sobre esta película animada durante su paso por la cartelera y, por qué no, también durante la próxima temporada de premios.