Si caíste aquí no nos puedes juzgar de morbosos u oportunistas. Nosotros no lo haremos contigo. Quizá, sugerimos, la razón de tu llegada es la curiosidad, la necesidad de información o sencillamente la búsqueda de respuestas a un conjunto de situaciones que rebasa cualquier esperanza, por fundamental que sea, que pudiera hacernos sentir menos vulnerables y confundidos respecto a la realidad.
Denunciar y hacer visibles las cosas es un paso importante, no caminar con la mirada fija en el piso, ignorando un entorno que se derrumba a nuestro alrededor. Pero, más allá de eso, ¿cómo podemos afectar para que aquello que nos indigna o nos aterra reciba un merecido revés? ¿De qué manera se nos permite actuar, desde nuestra trinchera personal, para erradicar y prevenir situaciones que desestabilicen más la de por sí volátil realidad social que por todos lados nos afecta?
En Cinema Móvil nos dedicamos a hablar de cine porque nos apasiona. Todos los que aquí trabajamos encontramos en él un refugio y no un escape; una oportunidad de encuentro para discutir los temas que nos conciernen desde una butaca, el único espacio donde la oscuridad nos sirve para vernos reflejados como somos, y así estudiarnos con la finalidad de entendernos.
Bajo esta creencia, buscamos sumar positivamente a los varios debates que efervescen en la actualidad. Ya sea que se trate del futuro político internacional, el nacional, o los varios fenómenos sociales que han evidenciado un desequilibrio sin precedentes en la historia humana, aquí les compartimos una breve guía de cine preventivo para comprender el origen de los muchos problemas que como conjunto debemos sortear en días futuros.
7. Citizenfour (Laura Poitras, 2014)
El poder de la información y cómo ésta puede ser usada en nuestra contra. Ese es el tema alrededor del cual gira este particular documental, alejado de amarillismos y enfocado en la serie de entrevistas clandestinas que Edward Snowden ofreció a Poitras y un reportero de The Guardian en Hong Kong, mismas que develaron la facilidad con la que los gobiernos pueden acceder a la información más privada de todos los usuarios de las redes de comunicaciones. Un recordatorio de cómo y por qué somos vigilados.
6. The Act of Killing (Joshua Oppenheimer & anónimo, 2012)
A través de entrevistas con víctimas y victimarios del régimen más autoritario en la historia de Indonesia, durante la década de los ’60, Oppenheimer y un grupo de documentalistas que prefirieron mantener sus identidades en el anonimato para evitar represalias re visitan uno de los momentos más oscuros en la historia del país asiático gracias a escalofriantes representaciones de las masacres que en ese entonces se llevaron a cabo. Con testimonios de ambas partes, The Act of Killing es un crudo pero necesario estudio de las consecuencias que acarrean los gobiernos totalitarios y fundamentados en contagiar el terror en todos los habitantes que se declaren ajenos a sus creencias o políticas.
5. Bowling For Columbine (Michael Moore, 2002)
Antes de que México se convirtiera en un vergonzoso importador de las masacres estudiantiles que tuvieran un auge a inicios del Siglo XXI en Estados Unidos, como la ocurrida recientemente en un colegio de Monterrey, el provocador Michael Moore se alzó con un premio de la Academia gracias a este redondo documental en el que analiza los posibles orígenes de la descomposición social que los provoca. Poniendo el dedo en la llaga respecto al control de armas y cómo éste (o la ausencia de éste) puede tener terribles consecuencias en una población sin rumbo o certezas de algún tipo, Bowling for Columbine es sin duda uno de los documentales más sintomáticos de un fenómeno cada vez más común y menos deseado en el mundo que habitamos.
4. Going Clear: Scientology and the prison of belief (Alex Gibney, 2015)
El poder de lavado mental, los riesgos del fanatismo y las ganancias millonarias que resultan de una organización como la Cientología son los pretextos a través de los cuales Gibney explora la necesidad humana de identificación, así como el abusivo oportunismo al cual organizaciones/sectas/religiones similares recurren para lucrar e imponer agendas particulares. Con testimonios de ex miembros de dicha organización (entre ellos algunas celebridades), Going Clear es un escalofriante retrato de hasta dónde puede permitir la humanidad ser manipulada con tal de obtener la aprobación de terceros.
3. Grizzly Man (Werner Herzog, 2005)
Realizado con las cintas de video grabadas por Timothy Treadwell, un ecologista entusiasta de los osos grizzly que decidió vivir con ellos, el siempre efectivo Werner Herzog medita sobre nuestra relación con la naturaleza y cómo llevarla al extremo no siempre deviene en la mejor de las experiencias. A través de la figura de Treadwell, el director alemán no sólo concientiza al espectador sobre el creciente deterioro natural del que la humanidad ha sido primordial, sino también sobre los límites que la misma naturaleza nos puede poner cuando rebasamos la delgada línea entre formar parte de ella o simplemente invadirla.
2. Trumpland (Michael Moore, 2016)
Sí, la reciente entrada de Donald Trump como el presidente número 45 de los Estados Unidos de Norteamérica no podía pasar desapercibida en este listado y nadie mejor que el incendiario Michael Moore para poner las cosas en perspectiva. A diferencia de sus trabajos anteriores, en Trumpland el director no recurre a terceras personas y simplemente se pone la cámara en frente durante una plática en Ohio, en tiempos electorales. Contrario a su conocido tono retador, aquí Moore se muestra más accesible y sensato, aderezando con argumentos sus razones por las cuales (en ese entonces) la probable llegada de Trump a la Casa Blanca representaba la peor de las amenazas en el panorama político.
1. Where to Invade Next (Michael Moore, 2015)
De vuelta a la filmografía de Michael Moore, es justo incluir este documental al final de nuestro listado y, dentro de todo, buscarle un lado amable a la realidad. Si bien las películas anteriormente mencionadas distan mucho de pintar un panorama amable de nuestro presente y futuro, no todo lo que ocurre en el planeta es digno de nuestra más profunda depresión. Así, armado con una bandera norteamericana y caricaturizando la bien conocida obsesión de su país por invadir y saquear los bienes de otras naciones, Moore recorre el mundo para robar las mejores ideas que ayudarían a mejorar el entorno social de su país. El cineasta recorre países como Italia, Francia, Finlandia, Eslovenia, Islandia, Alemania, Portugal, Noruega y Túnez, donde aprende que existen otras y más propositivas maneras de lidiar con temas centrales como la educación, la delincuencia, la alimentación, los temas de género y muchos otros aspectos de los que la sociedad norteamericana (y varias más) podrían aprender un poco.