Hace unos meses, antes de su lanzamiento en cartelera, tuve la oportunidad de platicar con Antoine Fuqua sobre la nueva versión de Los Siete Magníficos que dirigió. Después de una larga carrera que incluye éxitos como The Equalizar, Tears From The Sun o Training Day (que le valió a Denzel Washington el Oscar como mejor actor), Fuqua retoma una historia clásica (originalmente contada por Akira Kurosawa en Los Siete Samurái), a través de la cual demuestra cómo en pleno Siglo XXI nos podemos identificar con problemas que deberíamos haber dejado cientos de años atrás, como lo son el control y abuso de tiranías.
Sentados en un lujoso hotel de Singapur, donde horas antes pudimos ver material de la película, platicamos con Fuqua sobre la importancia de retomar historias que nos recuerden la necesidad de dejar atrás estos problemas, al mismo tiempo que nos platicó cuáles fueron algunas de las dificultades de producción y elección de un elenco que incluye nombres como el ya mencionado Denzel, así como Ethan Hawke, Chris Pratt, Vincent D’Onofrio, Peter Sarsgard y el mexicano Manuel García-Rulfo.
Mira aquí lo que nos contó, ahora que Los Siete Magníficos fue lanzada en formatos caseros como DVD, Blu Ray, VOD, iTunes y más:
Cinema Móvil: Mencionaste que el cine de Kurosawa, principalmente Los Siete Samurai (en la que está basada Magnificent Seven), es una gran influencia para ti. ¿Cómo crees que esa misma historia se traslada a la actualidad, tomando en cuenta temas como el honor, que en esta película es visto a través de temas como el abuso y la necesidad de hacerle frente?
Antoine Fuqua: “Se sigue trasladando y ahora es más vigente. Basta ver los ataques terroristas y las masacres recientes. Son eventos que subrayan aún más el tema porque hacen que la gente los tenga presentes. Ahora más que nunca hay que luchar por lo que creemos es lo correcto. Nadie debería ser oprimido por ninguna razón. Nadie debería tener que guardar silencio por su religión, su nacionalidad, su orientación sexual o el color de su piel. Ningún muro debería ser construido, ¿sabes?”
La película original tenía un elenco de estrellas como Eli Wallach, Steve McQueen o Charles Bronson. Para esta nueva versión reclutaste un grupo bastante representativo de los grandes actores de nuestros tiempos. ¿Cómo fue el proceso de selección de tu elenco? ¿Se tuvo en mente la legendaria formación original?
“Lo principal era conseguir que Denzel (Washington) se animara a trabajar en un western. Una vez que él estuvo a bordo fue muy emocionante, porque su presencia le da un toque muy interesante a esta versión. Por ejemplo, poca gente sabe que Yul Brynner (protagonista de la original) era ruso, y por eso nos parecía importante que entre los protagonistas hubiera diversidad. En el caso de Steve McQueen, su personaje era un tipo con carisma y cierta malicia, lo que de inmediato nos llevó a Chris Pratt. Así se fue armando el elenco. Necesitábamos otros actores que estuvieran a la altura de esas habilidades histriónicas. Además, para mí era muy importante que fuera un grupo que mostrara el mundo como yo lo veo, un mundo diverso en el que conviven diferentes nacionalidades. Eso habla mucho del discurso de la película, de la necesidad de unirnos para combatir cualquier tiranía.
Vi que Walter Mirisch fue productor de la película original y aquí regresa como productor ejecutivo. ¿Qué tanto se involucró y cuánto escrutinio hubo de su parte en esta nueva versión?
“Walter ha sido genial. Apenas vio el corte final de la película hace dos semanas. Me llamó en la mañana para avisarme que lo haría y yo moría de nervios. Luego volvió a llamar y estaba muy emocionado y orgulloso. Eso significó mucho para mí. No sabía qué tan importante sería hasta que lo escuché salir de su boca. Ya tendremos la oportunidad de comer juntos y platicar. Seguramente tiene historias increíbles del rodaje de la original.”
También sé que eres una persona muy comprometida con el apoyo a organizaciones que ayudan a los jóvenes sin privilegios en tu país y, en cierta manera, esta película lidia con temas que se relacionan con la falta de privilegios. ¿Dirías que ese contacto con grupos desvalidos te ayuda como cineasta e influye en que tu cine sea un cine aterrizado y en contacto con problemas reales?
“Absolutamente. Trabajar con esos chicos me mantiene con los pies sobre la tierra. Yo he formado parte de ese mundo y me gusta convivir con esa gente, sus problemas y sus presiones. Me hace sentir mejor como director. Vivo más inspirado.”